TULA DE ALLENDE.- Cientos de pipas se aglomeran desde ayer en las inmediaciones de la refinería Miguel Hidalgo y el acceso al área de Ventas. Comenzaron a llegar una gran cantidad el lunes, pero este día la situación se desquició, pues la fila se extendía por kilómetros.

Según informaron trabajadores de Ventas, se generó caos porque llegaron a cargar combustible quienes se abastecían en las terminales de distribución de Pachuca, Querétaro, Toluca y Guanajuato, y porque militares comenzaron a controlar el acceso. El lunes si bien había pipas estacionadas en el acotamiento de la autopista Tula-Jorobas, ingresaban y salían rápidamente de la terminal, sin causar problemas viales, pero en la mañana de ayer arribaron tráilers por todas las carreteras.

La Policía Federal intentó en vano poner orden, y las pipas fueron colocadas incluso en sentido contrario y doble fila. Si bien se despacha a todas, el energético fluye a cuentagotas, ya que los camioneros tienen que pasar horas para que les puedan abastecer los energéticos, sea gasolina o diésel.

Algunos de los operadores aseguraron que tenían en espera más de 15 horas y mostraron preocupación porque no hay forma de conseguir alimentos y porque pudieran ser presas de delitos. El perímetro de Tula-Tepeji es considerado uno de los focos rojos en cuanto al robo de hidrocarburo y el consumo del huachicol. Recientemente, el alcalde de Tezontepec de Aldama, Pedro Porras, hizo un llamado a la población a no adquirirlo por los altos niveles de violencia que hay por el control de las tomas y trasiego.