Con la reforma laboral que entrará en vigor en octubre en diez estados del país, entre ellos Hidalgo, la presidenta del Colegio Barra de Abogados de Hidalgo, Nayelli Garay Bautista, prevé que se acaben los “moches” que exigían los sindicatos a los trabajadores que son despedidos, a cambio de negocian su liquidación con el patrón.
“Considero que la reforma busca evitar extorsiones sindicales, como puede ser la exigencia de una retribución a cambio de desistirse de un emplazamiento a huelga o exigir la titularidad de un contrato colectivo. Ahora, la relación cambiará y deberá ser transparente y eficiente, para los trabajadores representa un gran beneficio, ya que su representatividad será real”.
Esta reforma trae consigo cambios notables, como lo es la administración de justicia en donde las funciones de las juntas de conciliación y arbitraje son separadas, pues el juicio laboral le corresponderá al poder judicial y la función conciliatoria quedará a cargo del centro de conciliación laboral, explicó la jurista.
Planteó que uno de los aspectos más importantes tiene que ver con el cambio de quien imparte justicia, ya que ahora el objetivo es que los conflictos laborales los resuelvan ante órganos jurisdiccionales especializados dependientes del Poder Judicial y se le otorga una atención muy importante a la parte de la conciliación, instancia donde muchos problemas se puedan resolver sin llegar a un juicio.
Expuso que dentro de esta reforma destaca la democracia sindical tomando en cuenta la equidad de género, la elección de líderes con voto libre, así como la rendición de cuentas a sus miembros por parte de los sindicatos. De acuerdo con la nueva ley, los trabajadores tendrán derecho a decidir si forman parte de un sindicato y en materia de contratos colectivos la finalidad será mejorar los mecanismos para su celebración.