La lucha feminista sin voltear al campo

En México más del 15 por ciento de mujeres trabajan en el campo, es decir son miles que realizan actividades agropecuarias y son este sector que se ve invisibilizado por la lucha feminista, aseveró Monserrat Olvera Garrido, fundadora de Las Adelitas Café, una colectiva de mujeres indígenas productoras que se asumen mujeres feministas.

Aseguró que el feminismo es un movimiento que no voltea a ver las necesidades que también se viven en el campo, espacio que también está siendo devorado por el consumismo.

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“El feminismo campesino es una vertiente del feminismo que no se ha visibilizado en nuestro país… Es cierto que hay movimientos conformados por mujeres investigadoras, especialistas y empresarias que pugnan por los derechos de las mujeres todos los días, sin embargo, la lucha ha sido excluyente para las personas campesinas y rurales”, expuso.

Explicó que el consumo es un acto político, entonces, dijo que cuando partes del consumo y de la producción, pero no se visibiliza a ese 15 por ciento de las mujeres campesinas dedicadas a las actividades agropecuarias, “es complicado decir que estas luchando por los derechos de todas las mujeres”.

A raíz de la producción y de la colectiva, señaló que buscan visibilizar la lucha del feminismo campesino y rural junto con otras colectivas de mujeres que se dedican a la producción del café en su mayoría pequeñas productoras que están siendo, “aplastadas” por los monopolios que fijan los precios anuales del café.

“La idea de salir y surgir es tener ese reto que quienes se digan mujeres políticas, mujeres feministas que asuman su compromiso con las mujeres rurales y campesinas…buscamos visibilizar y que el movimiento feminista se congruente en México, con todos los sectores y con todas las mujeres”, señaló.

Sentenció que su lucha es hacer visible que las mujeres rurales y campesinas, sufren violencia a puertas cerradas, “es muy complicado por el tema de usos y costumbres, lo que nosotras pasamos y padecemos sea visible”.

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Destacó que su trabajo es el menos valorado en el modelo de desarrollo actual, “un modelo de explotación y extractivismo, colonialismo, que toma por sentado la vida, el valor de la tierra y la alimentación”.

Olvera Garrido, mencionó que el feminismo campesino y rural busca terminar con las crisis graves que vive el planeta, en el caso de México la crisis alimentaria y la crisis climática.

“México es un país productor de café, el 20 por ciento de los cafetales están a cargo de mujeres, quienes participan en la siembra del corte, pero pocas veces somos beneficiadas con la comercialización”, finalizó.