Kinder de San Dionisio: testimonio de valor comunitario

El crecimiento en matrícula y también en infraestructura de este centro educativo da fe de que la cooperación financiera y de trabajo entre los miembros de la comunidad rinde frutos 

Octavio Jaimes

  · jueves 22 de junio de 2023

Con poco más de mil 100 habitantes, el pueblo de San Dionisio basa sus principales actividades económicas en la producción quesera y en el ingreso que llega en remesas / OCTAVIO JAIMES

La localidad acatlense de San Dionisio recibirá en próximos meses el subsidio federal de La Escuela Es Nuestra, fondo con el que le entrarán 200 mil pesos para la mejora de instalaciones o servicios. Sin embargo, este financiamiento es solo la cereza del pastel para un trabajo comunitario que desde hace al menos diez años se emprende a través de la unión de paterfamilias, personal docente y funcionarios públicos.

Así da testimonio el director encargado frente a grupo de este plantel, Jhonatan Pérez Valderrama. Él arribó a esta demarcación hace una década, cuando lo asignaron como responsable del jardín de niños "Mariano Azuela". Desde entonces, se dio cuenta que la mejor manera de hacer crecer el plantel y a la par optimizar las condiciones en las que más de 50 estudiantes acuden todos los días, era promover un diálogo permanente con los padres y madres. Aunque de principio fue su mayor reto, los resultados de tal estrategia hoy son palpables.

La construcción de un salón, compra de televisión, proyector, la instalación de un área de juegos, el acondicionamiento de sanitarios y más recientemente, la construcción de una barda para mejorar las condiciones de seguridad del preescolar son solo algunas de las obras que se han completado en ese tiempo. No obstante, "nada de esto se hubiera logrado sin la comunidad", asegura. Y es que es verdad: así como otras escuelas a lo largo del país, subsiste gracias a la cooperación de los miembros de la comunidad.

Esta cooperación no solo consiste en la entrada de cuotas al inicio del ciclo escolar, pues las obras se trabajan con manos de albañiles que aquí viven. Para decidir qué es lo que se va a construir o comprar, en la escuela se consolida un comité integrado por seis padres de familia: presidente y vicepresidente, una tesorera, una secretaria y dos vocales. Son ellos quienes enlistan las necesidades del plantel y a la vez se encargan de cotizar y contratar los servicios para mano de obra, a la par de administrar el dinero en caja y usarlo inteligentemente, pues siempre debe haber una reserva para cualquier eventualidad.

En ese sentido, la administración local encabezada por Elizabeth Vargas se hace presente a todo momento, mencionó el director. El Ayuntamiento se encarga de la compra de materiales, estudios que impliquen la presencia de ingenieros, además del respaldo en cuestión de permisos o uso de maquinaria: "la verdad es que en esta administración hemos tenido mucho respaldo, siempre están al pendiente de qué hace falta y nos han apoyado", abundó el docente.

Un comité integrado en su mayoría por mujeres, además de los servidores de la Secretaría del Bienestar y del mismo gobierno de Acatlán, definirán en próximos días en qué se destina el fondo del mencionado programa, aunque el director del jardín de niños adelantó que se prevé la instalación de malla ciclónica en todo el perímetro de la escuela, compra de pintura para mejorar la imagen visual de la misma, revisión y terminado de bardas, entre otras. La decisión final se dará a conocer una vez que cierre el trámite.