De los 33.4 millones de metros cúbicos de aguas subterráneas que pueden explotarse en Tulancingo cada año, una cantidad considerable la acaparan cinco ex alcaldes y sus familias, incluso por encima de textileras, empresas lácteas y hasta del Seminario de la Arquidiócesis, de acuerdo con datos del Registro Público de Derechos de Agua (REPDA) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que se aprecian al consultar los títulos y permisos de aguas nacionales y sus bienes públicos inherentes.
Autorizados para la explotación agrícola, principalmente, el 7.11 por ciento de las aguas subterráneas que se pueden usar en el municipio lo concentra la familia Del Villar en 10 de sus integrantes. Cuatro de ellos que comparten titularidad de uno de los permisos, son hijos del ex alcalde Eduardo del Villar Kretchmar (1979-1982): Eduardo Mauricio del Villar Zamacona, Jerónimo Eduardo del Villar Zamacona, Gerardo del Villar Cervantes y Eduardo del Villar Cervantes. Incluso, este ex edil aún ostenta la titularidad individual de otro permiso, pese a que falleció en 2019.
Otros cinco de este linaje cuentan con autorizaciones individuales: Juan José Sala del Villar, Luis Enrique del Villar Pérez, Ana Perla de la Peña del Villar, Juan Manuel del Villar Zamora y Orquídea de la Peña del Villar.
Así las cosas, los también emparentados con el ex alcalde Alberto Aranda del Villar (1994-1997) pueden disponer de hasta 2 millones 380 mil 800 metros cúbicos al año, más 834 mil 300 que se catalogan para “diferentes usos”. La cifra total es como si se llenara el Estadio Azteca 1.3 veces con agua de Tulancingo; es cubrir la Explanada de la Presidencia Municipal con dos mil 380 millones 800 mil botellas de agua de un litro cada una.
Dichas cifras representan el 33 por ciento del total que, por ejemplo, puede explotar la Comisión de Aguas y Alcantarillado del Municipio de Tulancingo (CAAMT), cuyo fin es para uso público. Cabe mencionar que los títulos se los otorgó la Dirección Local Hidalgo de la Conagua, emitidos tres en 1996, uno en 1997, otro en 2003, 2012, y el más reciente en 2023.
Otros ex alcaldes también pueden usar las aguas subterráneas de Tulancingo para labores de campo. José Santos Marroquín Morato, alcalde interino de 1993 a 1994, ostenta un permiso para explotar 624 mil metros cúbicos al año junto con la Cooperativa Hermanos Marroquín Morato; además de un permiso individual que se asignó a su hermano, Luis Alberto, con el que pueden utilizar 30 mil metros cúbicos al año. Fue en 1996 y en 1997 cuando se autorizaron dichos títulos, respectivamente.
El cuarto ex alcalde en la lista es Jorge Márquez Alvarado (q.e.p.d.), quien desde 1999 tiene autorización para explotar de forma agrícola hasta 396 mil metros cúbicos cada año. Oscar Bittar Haddad, fallecido en 2020 y presidente municipal de 1994 a 1997, dispone de hasta 4 mil 860 metros cúbicos anuales, con un título otorgado en 1996, cuando aún era alcalde.
Por otro lado, para sus servicios, el Seminario Diocesano de San José, sede educativa de la Arquidiócesis de Tulancingo, tiene permiso para explotar hasta 21 mil 24 metros cúbicos al año; la Universidad Politécnica de Tulancingo (UPT), 7 mil 196 metros; mientras que la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) dispone de 100 mil metros cúbicos para explotación de aguas subterráneas.
En tal registro, se establece que de los más de 33 millones de metros cúbicos, solo 698 mil 265 de esta unidad de medida se explotan en el ramo industrial, los cuales se distribuyen en ocho empresas: las textileras Colomer, Corduroy e Hilaturas Hidalgo y la Aurora S.A. de C.V. También las especializadas en elaboración de bebidas destiladas Ibdi S.A de C.V, Bodegas de Exquitlán S.A de C.V., y por la persona Elena Margarita Guadalupe Rivera.
La anterior información puede consultarse en la referida plataforma, donde está disponible con corte al 30 de junio del corriente año. Según la Conagua, se consideran aguas subterráneas a aquellos cuerpos acuíferos del subsuelo que funcionan a la vez como vasos de almacenamiento, redes de acueductos y plantas de tratamiento naturales. La importancia del agua subterránea es mayor en países como México con extensas regiones áridas, donde el subsuelo suele ser la principal y la única fuente permanente del vital líquido.