Alrededor de 200 tumbas del Panteón de Municipal de Pachuca son intocables por decreto, además están inscritas en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Hidalgo, por considerarse patrimonio cultural de la ciudad.
Por lo que no son consideradas en el programa de las mil 870 en proceso de exhumación, debido al vencimiento del tiempo de permanencia y falta de pago de derechos, informó el titular de la Secretaría de Servicios Públicos Municipales, Jesús Álvarez Espinoza.
Están localizadas sobre la avenida principal del camposanto, dentro de las primeras tres líneas a lo largo de 700 metros. Por su valor, debe respetarse la fosa. “No se hace ningún tipo de actividad, ni inhumación, tampoco exhumación. En cuestión de mantenimiento, se realiza desyerbe y limpieza”.
Detalló que no puede hacerse más porque el INAH prohíbe cualquier tipo de maniobra que pueda alterar la infraestructura y las condiciones propias de cada tumba.
Las que entran en esta categoría son del siglo pasado, alrededor del año 1901, 1902; también de 1911 a 1919, así como en los años veintes, treintas y cuarentas.
La primera inhumación fue en 1901 de la niña Tomas Cruz que nació el 9 de diciembre de 1900 y murió el 1 de enero de 1901. Ocupa el lote 1, de la manzana I, ubicado en la esquina de la calzada General Felipe Ángeles y calzada Pino.
El lote 2 contiene los restos de Dolores Ramírez de Valenzuela, acaecida el 28 de marzo de 1893, pero encontró la fecha de su enterramiento, suponen que en segunda deposición, ya que antes estaba en el antiguo cementerio de San Rafael, el que fue sustituido por el actual panteón.
En el lote 5 se encuentra María Romero de Romero fallecida el 5 de marzo de 1901 y así sucesivamente.
También te puede interesar: Creatividad se desborda en Concurso de Globos
En ese tiempo la preferencia era construir tumbas en cantera y mármol blanco para resaltar las placas de los epitafios, otras utilizan piezas escultóricas alegóricas y de ornato. En esta etapa fue común el uso de obeliscos y columnas rotas.