El panorama que enfrentan los adultos mayores que “empacan” productos en las tiendas de autoservicio de Tulancingo, es difícil e incierto, ante la medida de no usar plásticos (de manera oficial el 15 de junio de este año). Ya no solamente no les dan propina, sino que ahora hasta les cuestionan de manera discriminatoria, algunos clientes: “qué hacen aquí si ya no empacan nada”
Así narra Flor de María quien comenta que ella al igual que otros 20 compañeros, viven la odisea del día a día de cuánto juntarán.
“Es cierto, ya no hay bolsas, pero luego les ayudamos a acomodar los productos en los carritos, o si ellos traen sus bolsas entonces apoyamos”
Agrega: “Hay quien nos da unos centavos, otros unos cinco pesos, y donde peor nos va es cuando no nos dan nada”
Aun así, mantiene la esperanza de que las cosas se compongan y una vez que se adopten las bolsas biodegradables, vuelvan a recuperar su ritmo de trabajo.
Dice que ella no depende de ningún programa social, solo lo que le dan de propinas, y apenas gana unos 70 pesos diarios, al igual que Don Armando, quien coincide que antes de que iniciara la medida se llevaban lo doble de dinero por su trabajo, al día.
Es doloroso, narran cuando clientes nos dicen “Qué hacen ustedes aquí, ya sobran aquí, ya no hay bolsas, no nos empacan entonces pues ya no deben estar aquí”
Es una “especie de discriminación”, dicen los entrevistados, mientras esperan pacientes, que lleguen los clientes a las cajas de pago.
Ahí se les ve sentados, mientras, el dinero no les llega y entonces se cruzan los dedos en señal de qué pasará.
“No siempre es malo, a veces nos encontramos con buenas almas y le acomodamos el producto en su carrito, o si trae bolsa”, dice Flor de María.
Exhortaron a que los consideren, que los respeten, por ser adultos mayores, por quererse ganarse unos pesos, por querer ganarse la vida.