Alejandra Pérez Pereira, es vecina del Valle del Mezquital, tiene un hijo con una malformación genética, denominado paladar hendido situación que le preocupa como madre, ya que ha informado que su descendencia sufre de bullying en la escuela, donde además es rechazado por su situación física, expuso en entrevista.
“En el hospital general y en el centro de Rehabilitación Integral del Valle del Mezquital no existen estas especialidades, o son escasas, así como yo otras madres hemos solicitado que se impartan, sin embargo hasta el momento no nos han hecho caso”, lamentó la madre del pequeño.
“Cada semana tengo que viajar a la ciudad de Tula de Allende, para que mi hijo tome terapias especializadas, para que pueda desarrollarse, él no tiene la culpa de haber nacido con ese padecimiento”, expuso.
“En otras ocasiones he tenido que ir a la ciudad de México, donde también hay especialistas, estas terapias son necesarias porque si no lo hacemos mi hijo puede quedarse con secuelas”, expuso Alejandra Pérez.
“Estas terapias son caras, tienen un costo de más de cuatrocientos pesos, y aparte tengo que pagar los viáticos como gasolina, comidas o pasajes, para poder llevar a mi hijo a sus terapias de lenguaje” declaró.
“Me preocupa mi hijo porque le han dicho en la escuela que no puede estar ahí por su situación física, además muchas veces es apartado de los demás niños, eso me rompe el corazón”, externó con lágrimas en los ojos.
En la actualidad su hijo cursa la educación básica, en la comunidad de Texcatepec, municipio de Chilcuautla, en la primaria de su comunidad, donde informó que ha le han dicho ”Tu no vales nada, tu eres inferior”, situación que ha mermado el desarrollo de su pequeño.