TULA DE ALLENDE, HGO.-Por lo menos un promedio de veinte casas- habitación que resultaron afectadas en la inundación que se registró hace casi un año y que se localizan en céntricas calles de esta ciudad, se venden actualmente, mientras que aproximadamente otras ochenta están deshabitadas pues los vecinos ya no quieren vivir allí porque tienen miedo que se vuelva a desbordar el Río Tula.
Además que hasta el momento, los damnificados no han recibido ayuda de autoridades gubernamentales estatales y federales, a pesar que hicieron un censo después de suceder la contingencia.
Así lo aseguró, ayer, el representante vecinal de este sector habitacional, Nicolás Díaz López, quien agregó que en total fueron aproximadamente trescientas cincuenta viviendas que sufrieron daños interiores y exteriores que se sitúan en diferentes calles aledañas al cauce, entre ellas Héroes de Chapultepec, Toltecas, Quetzalcóatl, Cuauhtémoc y Leandro Valle.
El entrevistado expresó que hay arterias en las que solo habita el cincuenta por ciento de habitantes, ya que muchos se fueron a vivir con familiares a otras colonias más seguras de la ciudad, desde hace meses.
“Según autoridades estatales y federales iban apoyar en labores de restauración y demolición de casas siniestradas por las aguas negras del Río Tula, ya que funcionarios hicieron un censo e incluso dejaron documentación para el apoyo, sin embargo, hasta ayer los vecinos que resultaron damnificados no han recibido nada de ayuda” indicó Nicolás Díaz.
Señaló que los gobiernos se comprometieron a entregar material de construcción para la mejora de las viviendas afectadas por la inundación, pero hasta el momento no ha sido así.
“Algunos vecinos damnificados por no estar en su domicilio cuando fue el censo no les entregaron nada de ayuda, de los diez mil pesos que solamente entregó el gobierno federal, y otras personas más no las quisieron censar a pesar de tener su casa afectada por la inundación, ya que funcionarios no vieron ningún daño estructural” precisó el informante.
El representante vecinal mencionó que arrendatarios recibieron el apoyo del gobierno federal por daños a sus respectivas viviendas, sin embargo, la gente que rentaba los inmuebles perdieron todo su patrimonio y no fueron censados.
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Familias completas, dijo, se han ido poco a poco de la zona centro de la ciudad a vivir con familiares que habitan en colonias más seguras y que no están cerca del manto acuífero, al no tener respuesta favorable de las autoridades gubernamentales.
Finalizó diciendo que también hay otras necesidades primordiales en este sector habitacional de Tula como son pavimentación de calles, drenajes y alumbrado público, así como falta de seguridad pública principalmente por las noches y madrugadas.