Cumplir mandamientos para mejorar México: arzobispo Domingo Díaz

Monseñor de Tulancingo aseguró que la crisis de inseguridad y mentiras son resultado de que las nuevas generaciones ya no cumplen los mandamientos

Octavio Jaimes | El Sol de Tulancingo

  · jueves 11 de mayo de 2023

Hoy se celebró la Misa Solemne en honor al Señor del Colateral en Acaxochitlán. / Octavio Jaimes | El Sol de Tulancingo

El arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez, consideró que los problemas de inseguridad y mentiras en México son a causa de que las nuevas generaciones no conocen ni se les instruye para respetar los mandamientos de la ley de Dios.

Por tal motivo, durante la misa solemne en honor al Señor del Colateral en Acaxochitlán, aprovechó el tiempo de homilía para expresar un fuerte llamado a padres, madres e hijos para que cumplan con los Diez Mandamientos.

Además, dijo que una vía de solución es que maestros y maestras en escuelas enseñen a sus estudiantes dicho conocimiento católico.

"Los padres ya no enseñan a sus hijos los mandamientos. No se respetan los días de guardar, no se inculca que no debe mentirse ni amar a Dios sobre todas las cosas. Tampoco se enseña a no desear a la mujer del prójimo", luego de la última sentencia, dijo que no profundizar en los alcances de la lujuria o de la fornicación fuera del matrimonio provoca sobrepoblación y embarazos juveniles, situación que por cierto aqueja a Acaxochitlán.


Cifras de embarazos juveniles en Acaxochitlán

Y es que de acuerdo con datos del Instituto Hidalguense de las Mujeres (IHM), este municipio es el que más casos de embarazos en jóvenes menores de quince años presenta en todo el estado, aunado a que también existe un alto índice de enfermedades de transmisión sexual en mujeres de 20 a 30 años de edad y paradójicamente no hay antecedente de denuncias por abuso o violencia sexual.

Finalmente, monseñor exhortó a los casi 500 feligreses para no olvidar las enseñanzas de Cristo, a quien definió como "la puerta" para las gracias de Dios.

En ese sentido, externó que la fe nos convierte en "la llave" que abre paso a la vida eterna, la vida en gracia y las bienaventuranzas que promete el Evangelio.