Comandante, con 64 años de servicio

Constantino Chincolla tuvo su primer servicio como tragahumo en el año 1958

Alejandra Soto

  · martes 23 de agosto de 2022

Constantino Chincolla Meneses, es el elemento del cuerpo de bomberos con más trayectoria. / Foto: Alejandra Soto

Constantino Chincolla Meneses, es un comandante retirado del H. Cuerpo de Bomberos de Tulancingo, con 64 años de trayectoria, quien entre sus miles de servicios recuerda su participación en el incendio de una pipa de gas dentro de una gasolinera, la inundación del 98, entre otros.

Chincolla Meneses comenzó a trabajar como bombero a sus 20 años, en el año 1958, desde ese momento y a la fecha, decidió dedicar su vida al servicio de ayuda en el municipio de Tulancingo. Actualmente funge como subdirector operativo de Bomberos y Protección Civil.

En entrevista para El Sol de Tulancingo, relató que su primer servicio fue en el año 1959, recordó que “fue atrás de catedral: se quemó un montón de madera y retazos de desperdicios, afortunadamente no hubo muertos”.

También recordó su participación en la explosión de una pipa de gas en la calle 21 de marzo, justo en una gasolinera que había hace algunos años; explicó que, la pipa llegó a cargar gas a una tortillería cerca de ahí, en ese momento hubo una falla en la manguera, se salió el gas y con la máquina de hacer tortillas se prendió, y con ella explotó la pipa, “no podíamos apagarlo porque si apagaba el fuego se extendía la nube de gas y era más peligroso, lo que hicimos fue enfriar el tanque y dejar que se consumiera el combustible, el incendio empezó a las 10 de la mañana y acabó a las tres de la tarde”, recordó.

En el año 2000 le dieron el cargo como comandante de la estación y se vio obligado a dejarlo en el 2009 debido a una lesión que se realizó en la columna cuando realizaba un servicio y pasó a ser parte del personal administrativo.

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Dijo que estando en turno el cansancio ni se siente, pero una vez llegando a casa, el cuerpo pasa la factura. Del mismo modo que recordó con mucho respeto a los cuatro bomberos caídos en cumplimiento de su deber, tres en el año 1998, cuando se encontraban sofocando un incendio forestal y el último y más reciente, el 2020, un compañero que resbaló al sofocar un incendio en el cerro de Napateco.

“Si yo volviera a nacer volvería a ser bombero”, concluyó.