/ martes 15 de mayo de 2018

Microchips cuánticos, la solución más rápida para las computadoras convencionales

Investigadores han demostrado que la luz infrarroja puede desplazar electrones entre dos estados diferentes, el clásico 1 y 0

Una técnica para manipular electrones con luz puede hacer que los microchips de los ordenadores sean un millón de veces más rápidos o incluso se vuelvan cuánticos.

Un equipo de investigadores en Alemania y en la Universidad de Michigan ha demostrado cómo los pulsos láser infrarrojos pueden desplazar electrones entre dos estados diferentes, el clásico 1 y 0, en una delgada lámina de semiconductor.

"La electrónica ordinaria está en el rango de gigahercios, mil millones de operaciones por segundo. Este método es un millón de veces más rápido", dijo Mackillo Kira, profesor de U-M de ingeniería eléctrica e informática.

La computación cuántica podría resolver problemas que llevan demasiado tiempo en las computadoras convencionales, avanzando áreas como la inteligencia artificial, el pronóstico del tiempo y el diseño de fármacos. Las computadoras cuánticas obtienen su poder de la forma en que sus bits cuánticos mecánicos, o qubits, no son meramente 1 o 0, sin que pueden ser mezclas, conocidas como superposiciones, de estos estados.

"En una computadora clásica, cada configuración de bits debe almacenarse y procesarse uno por uno, mientras que un conjunto de qubits puede almacenar y procesar todas las configuraciones de una vez", dijo Kira.

Esto significa que cuando quieres ver un montón de posibles soluciones a un problema y encontrar la mejor opción, la computación cuántica puede llegar allí mucho más rápido. Pero los qubits son difíciles de hacer porque los estados cuánticos son extremadamente frágiles. La principal ruta comercial, seguida por compañías como Intel, IBM, Microsoft y D-Wave, utiliza circuitos superconductores: bucles de alambre enfriados a temperaturas extremadamente frías, en los que los electrones dejan de colisionar entre sí, y en su lugar forman estados cuánticos.

El material es una sola capa de tungsteno y selenio en una red de nido de abeja.

Esta estructura produce un par de estados de electrones conocidos como pseudoespines. No es el giro del electrón (y aun así, los físicos advierten que los electrones no giran realmente), sino que es una especie de momento angular. Estos dos pseudoespines pueden codificar el 1 y 0.

Los próximos pasos hacia la computación cuántica serán poner en marcha dos qubits a la vez, lo suficientemente cerca el uno del otro para que interactúen. Esto podría implicar el apilamiento de hojas planas de semiconductores o el uso de técnicas de nanoestructuración.

Una técnica para manipular electrones con luz puede hacer que los microchips de los ordenadores sean un millón de veces más rápidos o incluso se vuelvan cuánticos.

Un equipo de investigadores en Alemania y en la Universidad de Michigan ha demostrado cómo los pulsos láser infrarrojos pueden desplazar electrones entre dos estados diferentes, el clásico 1 y 0, en una delgada lámina de semiconductor.

"La electrónica ordinaria está en el rango de gigahercios, mil millones de operaciones por segundo. Este método es un millón de veces más rápido", dijo Mackillo Kira, profesor de U-M de ingeniería eléctrica e informática.

La computación cuántica podría resolver problemas que llevan demasiado tiempo en las computadoras convencionales, avanzando áreas como la inteligencia artificial, el pronóstico del tiempo y el diseño de fármacos. Las computadoras cuánticas obtienen su poder de la forma en que sus bits cuánticos mecánicos, o qubits, no son meramente 1 o 0, sin que pueden ser mezclas, conocidas como superposiciones, de estos estados.

"En una computadora clásica, cada configuración de bits debe almacenarse y procesarse uno por uno, mientras que un conjunto de qubits puede almacenar y procesar todas las configuraciones de una vez", dijo Kira.

Esto significa que cuando quieres ver un montón de posibles soluciones a un problema y encontrar la mejor opción, la computación cuántica puede llegar allí mucho más rápido. Pero los qubits son difíciles de hacer porque los estados cuánticos son extremadamente frágiles. La principal ruta comercial, seguida por compañías como Intel, IBM, Microsoft y D-Wave, utiliza circuitos superconductores: bucles de alambre enfriados a temperaturas extremadamente frías, en los que los electrones dejan de colisionar entre sí, y en su lugar forman estados cuánticos.

El material es una sola capa de tungsteno y selenio en una red de nido de abeja.

Esta estructura produce un par de estados de electrones conocidos como pseudoespines. No es el giro del electrón (y aun así, los físicos advierten que los electrones no giran realmente), sino que es una especie de momento angular. Estos dos pseudoespines pueden codificar el 1 y 0.

Los próximos pasos hacia la computación cuántica serán poner en marcha dos qubits a la vez, lo suficientemente cerca el uno del otro para que interactúen. Esto podría implicar el apilamiento de hojas planas de semiconductores o el uso de técnicas de nanoestructuración.

Policiaca

Arrestan a un posible dealer en Apan

Fue detenido sobre la céntrica calle de Reforma Sur, derivado de un reporte ciudadano

Elecciones 2024

Claudia Sheinbaum en Hidalgo

La candidata a la Presidencia de la República visita este jueves 18 de abril tres municipios del estado de Hidalgo. Tendrá eventos en Pachuca, Actopan y Zempoala

Local

Poder Judicial estrena Ley Orgánica 

La firma digital, así como nuevas áreas, entre otros 165 artículos modificados se agregó a la reforma aprobada  

Local

Diego, Eva y Vanessa vivían en cautiverio, ahora forman parte del Zoológico de Tulancingo

En conjunto con la Profepa apoyan a diversos ejemplares a adaptarse y rehabilitarse

Local

Fe religiosa y el esoterismo, entrelazados en Tulancingo 

Pese a que “la Ciudad de los Satélites” es una de las regiones más profundamente católicas de la entidad al ser sede de la Arquidiócesis, prevalece otro sistema de creencias que, a voz de comerciantes, “va al alza”