Hablando de gastronomía, México solo cuenta con 16 denominaciones de origen, una cifra mínima, si lo comparamos con lo que ocurre en otros países, en los que se tiene un número mucho más elevado.
Beverly Ramos, especialista en cocina mexicana, quien visitó la Bella Airosa y compartió sus conocimientos frente al púbico que se dio cita en Plaza Independencia, habló sobre el tema de ingredientes y procesados que cuentan ya con un necesario registro de identificación.
Los beneficios al respecto son variados en cuanto a protección de productos que se elaboran con características únicas bajo los procesos tradicionales que se deben valorizar, sostuvo en entrevista.
Apuntó que entre los factores que impiden que las regiones y ciudades de los diferentes estados de la República cuenten con sus denominaciones de origen es la falta de conocimiento de la importancia de agruparse como emprendedores y buscar el objetivo.
Abundando en el tema, aseguró que para trabajar en ello se tiene que hacer algún tipo de inversión, lo que genera esfuerzo y dedicación por parte de los involucrados y lo que muchos no están dispuestos a hacerlo.
Existe la necesidad de estandarizar los procesos partiendo de las distintas formas de elaboración para lograr un distintivo, precisó, una cuestión que con el paso del tiempo se tendrá que enfatizar, toda vez que la cocina mexicana ha sido reconocida desde Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial.
En Hidalgo, subrayó, existen variados preparados que reúnen las características tales para buscar el registro colectivo, pues sus métodos son tradicionales, los cuales se replican generacionalmente.
