/ miércoles 13 de julio de 2022

Urgencia de acuerdos para México

De acuerdo con cifras oficiales de 2020, se sabe que 10 por ciento de la población de los Estados Unidos de América es de origen mexicano, es decir, más de 36 millones de personas; con base en información del año pasado, la cifra del intercambio de bienes entre México y EUA fue de casi 320 mil millones de dólares, lo que coloca a nuestro país como el principal socio comercial de nuestro vecino del norte. Cada vez que se reúnen los presidentes de México y de Estados Unidos de América existe una gran expectativa por los temas que se tocan y los acuerdos a los que llegan, máxime si antes de esos encuentros se especulan las líneas discursivas que pueden llegar a manejarse. Para nadie es un secreto que en estos casos los temas, casi siempre, se reducen a los dos más importantes: el tema de la migración y aspectos económicos de esa relación bilateral.

El discurso del Presidente de México tiende a la confrontación cuando se trata de hablar de los intereses estadounidenses, sin embargo, afortunadamente en la materialidad de los encuentros se logra consolidar la sensatez para evitar un rompimiento que, definitivamente, no nos conviene en lo absoluto.

El encuentro, además se da en el contexto de un desdén a ese país por parte de nuestras autoridades cuando se llevó a cabo la Cumbre de las Américas en las que, bajo el pretexto de no invitar a todos los países latinoamericanos, se tomó la decisión de mandar al canciller, quien, dentro de todo, demostró capacidad para sobrellevar la cumbre, pero con la decisión presidencial de no presentarse de cualquier modo.

Bien podemos tomar esta reunión como una forma de limar asperezas y de tocar temas fundamentales, sobre todo porque, luego de la pandemia por COVID19, la economía estadounidense se contrajo a tal grado que propiciará un efecto directo en las finanzas de nuestro país con todo el riesgo que ello implica. Sin embargo, es precisamente esa situación lo que puede convertirse en una oportunidad para México, ya que el trabajo a distancia junto con la pérdida de empleos y la actual recuperación ha propiciado que existan empleos en aquel país que pudieran ser ocupados por connacionales siempre y cuando se lleve a cabo una migración ordenada y legal que otorgue visas a mexicanos para atender esa demanda de mano de obra.

Por otro lado, es fundamental que se ponga sobre la mesa el terrible aumento de la incidencia delictiva que afecta a ambos países aunque en modalidades diferentes. En nuestro vecino país por medio del aumento de los tiroteos en áreas civiles y, en el nuestro, con cifras rampantes de muertos ocasionadas por el crimen organizado.

No pasa por alto que la tragedia de varios migrantes muertos en un tráiler en territorio estadounidense hace necesario ver la migración ya no sólo como una medida de acuerdo bilateral que impacte en lo económico y laboral, sino como un grave aspecto de criminalidad para quienes se dedican al tráfico de personas. Es un tema urgente y bilateral, por lo que será importante que se atienda en esta reunión a fin de que, a través de acuerdos se haga lo conducente para evitar tragedias de ese tipo.

Esperamos que más que una simple reunión que quede en esos términos se logren cosas que sirvan para connacionales que se van a ese país por necesidad y no por elección y que mandan remesas no por inversión sino para atender a familias que han quedado desamparadas en una maltrecha economía mexicana. Por el bien del pueblo de México esperamos que esta reunión haya sido auténticamente productiva.


De acuerdo con cifras oficiales de 2020, se sabe que 10 por ciento de la población de los Estados Unidos de América es de origen mexicano, es decir, más de 36 millones de personas; con base en información del año pasado, la cifra del intercambio de bienes entre México y EUA fue de casi 320 mil millones de dólares, lo que coloca a nuestro país como el principal socio comercial de nuestro vecino del norte. Cada vez que se reúnen los presidentes de México y de Estados Unidos de América existe una gran expectativa por los temas que se tocan y los acuerdos a los que llegan, máxime si antes de esos encuentros se especulan las líneas discursivas que pueden llegar a manejarse. Para nadie es un secreto que en estos casos los temas, casi siempre, se reducen a los dos más importantes: el tema de la migración y aspectos económicos de esa relación bilateral.

El discurso del Presidente de México tiende a la confrontación cuando se trata de hablar de los intereses estadounidenses, sin embargo, afortunadamente en la materialidad de los encuentros se logra consolidar la sensatez para evitar un rompimiento que, definitivamente, no nos conviene en lo absoluto.

El encuentro, además se da en el contexto de un desdén a ese país por parte de nuestras autoridades cuando se llevó a cabo la Cumbre de las Américas en las que, bajo el pretexto de no invitar a todos los países latinoamericanos, se tomó la decisión de mandar al canciller, quien, dentro de todo, demostró capacidad para sobrellevar la cumbre, pero con la decisión presidencial de no presentarse de cualquier modo.

Bien podemos tomar esta reunión como una forma de limar asperezas y de tocar temas fundamentales, sobre todo porque, luego de la pandemia por COVID19, la economía estadounidense se contrajo a tal grado que propiciará un efecto directo en las finanzas de nuestro país con todo el riesgo que ello implica. Sin embargo, es precisamente esa situación lo que puede convertirse en una oportunidad para México, ya que el trabajo a distancia junto con la pérdida de empleos y la actual recuperación ha propiciado que existan empleos en aquel país que pudieran ser ocupados por connacionales siempre y cuando se lleve a cabo una migración ordenada y legal que otorgue visas a mexicanos para atender esa demanda de mano de obra.

Por otro lado, es fundamental que se ponga sobre la mesa el terrible aumento de la incidencia delictiva que afecta a ambos países aunque en modalidades diferentes. En nuestro vecino país por medio del aumento de los tiroteos en áreas civiles y, en el nuestro, con cifras rampantes de muertos ocasionadas por el crimen organizado.

No pasa por alto que la tragedia de varios migrantes muertos en un tráiler en territorio estadounidense hace necesario ver la migración ya no sólo como una medida de acuerdo bilateral que impacte en lo económico y laboral, sino como un grave aspecto de criminalidad para quienes se dedican al tráfico de personas. Es un tema urgente y bilateral, por lo que será importante que se atienda en esta reunión a fin de que, a través de acuerdos se haga lo conducente para evitar tragedias de ese tipo.

Esperamos que más que una simple reunión que quede en esos términos se logren cosas que sirvan para connacionales que se van a ese país por necesidad y no por elección y que mandan remesas no por inversión sino para atender a familias que han quedado desamparadas en una maltrecha economía mexicana. Por el bien del pueblo de México esperamos que esta reunión haya sido auténticamente productiva.