/ domingo 2 de enero de 2022

Termina el año 2021, empieza el 2022

Estamos a fin del año 2021 y se presentan una serie de acontecimientos que nos hacen recordar los días pasados. Doce meses en los que hemos presenciado asuntos buenos, regulares y también malos. Quizá lo más lamentable sea la presencia avasallante de la llamada pandemia. Cuántas familias sufrieron la pérdida de un integrante al que se le quería mucho. Cuántas otras hemos tenido enfermos que afortunadamente sanaron pero que nos preocuparon mientras pasaban por la enfermedad. También muchos pasaron por experiencias amorosas y agradables que los harán recordar este año para siempre, mientras vivan.

En materia de las conquistas de trabajo, hubo muchos que caminaron hacia adelante mejorando aunque otros no pudieron hacerlo. En materia de superación, hay que analizar cuáles fueron los triunfos y cuales las conquistas. También habrá quien piense que no pasó nada importante en este capítulo de sus vidas, ni mejoraron ni empeoraron. Siempre hemos dicho que la vida se enriquece con la lectura, los viajes y el conocimiento de nuevas historias. Estar al pendiente de los acontecimientos nacionales y mundiales también aumenta nuestra conciencia social.

Ya no es posible vivir sin estar en conocimiento de los que pasa en otras latitudes y en nuestro entorno. Creo que en la medida que sabemos, admiramos y tenemos compasión de los acontecimientos nos hacemos más humanos y la solidaridad y a veces la compasión de las desgracias humanas nos vuelven más unidos con todos. No puedo imaginar como hacían antes los seres humanos cuando las barreras de la distancia y la ausencia de los medios de comunicación los aislaban de otros países, de otras circunstancias y los mantenían ignorantes de lo que pasaba en el mundo.

Se dice que la gente era más feliz cuando no sabía lo que sucedía en otras partes, pero tengamos en cuenta que el aislamiento es egoísta y que meter la cabeza en la tierra como el avestruz, no mejora nuestra forma de pensar. Cierto que muchos personas abusan del uso de los medios y caen en la vulgaridad o en la nimiedad y también quienes tenemos acceso a varios medios a veces caemos en el exceso de información y de atención a ellos. También en la presencia de los medios debemos ser selectivos.

No acostumbrarnos a recibir y a veces creer todo los que se dice en la televisión, en la radio, en los periódicos, en el internet, en las redes sociales y aún en los libros. Siempre hemos dicho que hay que leer lo que nos gusta, y que si un libro no llena nuestras expectativas, lo dejemos, porque no logró conquistarnos.

Permanecer en una lectura que no nos gusta, nos puede alejar de la misma. Leamos lo que nos agrade mucho, lo que nos capture, lo que nos ilustre. Quienes somos adictos a los libros y la lectura, sólo leemos lo que nos captura, desechamos lo que nos desagrada. Vuelvo a insistir en las bondades de leer libros, hay que leer, nos hace más comprensivos. Les deseo lo mejor en este 2022. Diciembre, Enero 2021-2022

Estamos a fin del año 2021 y se presentan una serie de acontecimientos que nos hacen recordar los días pasados. Doce meses en los que hemos presenciado asuntos buenos, regulares y también malos. Quizá lo más lamentable sea la presencia avasallante de la llamada pandemia. Cuántas familias sufrieron la pérdida de un integrante al que se le quería mucho. Cuántas otras hemos tenido enfermos que afortunadamente sanaron pero que nos preocuparon mientras pasaban por la enfermedad. También muchos pasaron por experiencias amorosas y agradables que los harán recordar este año para siempre, mientras vivan.

En materia de las conquistas de trabajo, hubo muchos que caminaron hacia adelante mejorando aunque otros no pudieron hacerlo. En materia de superación, hay que analizar cuáles fueron los triunfos y cuales las conquistas. También habrá quien piense que no pasó nada importante en este capítulo de sus vidas, ni mejoraron ni empeoraron. Siempre hemos dicho que la vida se enriquece con la lectura, los viajes y el conocimiento de nuevas historias. Estar al pendiente de los acontecimientos nacionales y mundiales también aumenta nuestra conciencia social.

Ya no es posible vivir sin estar en conocimiento de los que pasa en otras latitudes y en nuestro entorno. Creo que en la medida que sabemos, admiramos y tenemos compasión de los acontecimientos nos hacemos más humanos y la solidaridad y a veces la compasión de las desgracias humanas nos vuelven más unidos con todos. No puedo imaginar como hacían antes los seres humanos cuando las barreras de la distancia y la ausencia de los medios de comunicación los aislaban de otros países, de otras circunstancias y los mantenían ignorantes de lo que pasaba en el mundo.

Se dice que la gente era más feliz cuando no sabía lo que sucedía en otras partes, pero tengamos en cuenta que el aislamiento es egoísta y que meter la cabeza en la tierra como el avestruz, no mejora nuestra forma de pensar. Cierto que muchos personas abusan del uso de los medios y caen en la vulgaridad o en la nimiedad y también quienes tenemos acceso a varios medios a veces caemos en el exceso de información y de atención a ellos. También en la presencia de los medios debemos ser selectivos.

No acostumbrarnos a recibir y a veces creer todo los que se dice en la televisión, en la radio, en los periódicos, en el internet, en las redes sociales y aún en los libros. Siempre hemos dicho que hay que leer lo que nos gusta, y que si un libro no llena nuestras expectativas, lo dejemos, porque no logró conquistarnos.

Permanecer en una lectura que no nos gusta, nos puede alejar de la misma. Leamos lo que nos agrade mucho, lo que nos capture, lo que nos ilustre. Quienes somos adictos a los libros y la lectura, sólo leemos lo que nos captura, desechamos lo que nos desagrada. Vuelvo a insistir en las bondades de leer libros, hay que leer, nos hace más comprensivos. Les deseo lo mejor en este 2022. Diciembre, Enero 2021-2022