/ sábado 28 de marzo de 2020

¡Somos humanidad!

Aceptar que se tiene un problema es el principio de la

solución.

Resignarse al problema es hundirse y esperar a tocar

fondo... y a veces el fondo está más abajo.

Hoy estamos ante un problema mayúsculo.

Tiene un nombre, un nombre que la humanidad no va

a olvidar jamás.

COVID-19 o Coronavirus...

Y estar ante el Coronavirus es como estar mirando un

abismo... desde abajo.

Es ver la salida y no tener los elementos para acceder a ella.

¿Qué hacer?

No resignarnos...

Aceptarlo y luchar con denuedo para salir adelante.

Somos humanidad.

Una de las primeras acciones es impedir que el miedo

nos paralice.

No podemos permitir que nos llegue la desolación.

Es una actitud mental.


Debemos de mantener-

nos serenos... y compartir


esa serenidad.

Tenemos esa facultad.

Debemos de liderar

nuestras vidas y estados de

ánimo.

Debemos de estar a la

altura de la vida que nos


legaron quienes nos ante-

cedieron.


No nos resignaremos al

padecimiento sin pelear.

Y hay que ir al combate con una sonrisa en los labios.

Vivir en el día a día.

Como debe de vivir el Ser humano. ¡Vertical!

No se olvide de sonreír.

Lo mejor está por llegar. No lo olvide.

Solo hay que realizar en nuestra persona el cuidado

que nos han sugerido.

Hay que fortalecer el ánimo, el espíritu.

Estamos ante una hora crucial.

No debemos de considerar que esto es el final, mucho

menos pensar que no está pasando nada.

Somos el Yo con nuestros recursos.

El Ser humano y su circunstancia.

Vamos a salir adelante con nuestro dolor a cuestas.

Pero saldremos adelante.

Muchos, con los últimos tablones de su barca harán

una hoguera para mitigar el frío y alumbrar su camino.

Y habrá luz.

Esto nos ha enseñado cuan frágiles somos, sí.

Nos ha enseñado cuánto vale un abrazo ahora que no

hay tantos.

Pero, sin duda, valoraremos más el momento en que

todos podamos de nuevo abrazarnos y nuestro cuerpo

recuperará su memoria de cuerpo, al sentirse abrazado a

otro cuerpo.

Preservémonos.

Somos lo único que tenemos.

Y somos lo mejor de nosotros...

Somos frágiles, pero somos el milagro más grande de la naturaleza.


Con esa convicción debemos de caminar hacia adelante.


Siempre con una sonrisa...

Sea...

Aceptar que se tiene un problema es el principio de la

solución.

Resignarse al problema es hundirse y esperar a tocar

fondo... y a veces el fondo está más abajo.

Hoy estamos ante un problema mayúsculo.

Tiene un nombre, un nombre que la humanidad no va

a olvidar jamás.

COVID-19 o Coronavirus...

Y estar ante el Coronavirus es como estar mirando un

abismo... desde abajo.

Es ver la salida y no tener los elementos para acceder a ella.

¿Qué hacer?

No resignarnos...

Aceptarlo y luchar con denuedo para salir adelante.

Somos humanidad.

Una de las primeras acciones es impedir que el miedo

nos paralice.

No podemos permitir que nos llegue la desolación.

Es una actitud mental.


Debemos de mantener-

nos serenos... y compartir


esa serenidad.

Tenemos esa facultad.

Debemos de liderar

nuestras vidas y estados de

ánimo.

Debemos de estar a la

altura de la vida que nos


legaron quienes nos ante-

cedieron.


No nos resignaremos al

padecimiento sin pelear.

Y hay que ir al combate con una sonrisa en los labios.

Vivir en el día a día.

Como debe de vivir el Ser humano. ¡Vertical!

No se olvide de sonreír.

Lo mejor está por llegar. No lo olvide.

Solo hay que realizar en nuestra persona el cuidado

que nos han sugerido.

Hay que fortalecer el ánimo, el espíritu.

Estamos ante una hora crucial.

No debemos de considerar que esto es el final, mucho

menos pensar que no está pasando nada.

Somos el Yo con nuestros recursos.

El Ser humano y su circunstancia.

Vamos a salir adelante con nuestro dolor a cuestas.

Pero saldremos adelante.

Muchos, con los últimos tablones de su barca harán

una hoguera para mitigar el frío y alumbrar su camino.

Y habrá luz.

Esto nos ha enseñado cuan frágiles somos, sí.

Nos ha enseñado cuánto vale un abrazo ahora que no

hay tantos.

Pero, sin duda, valoraremos más el momento en que

todos podamos de nuevo abrazarnos y nuestro cuerpo

recuperará su memoria de cuerpo, al sentirse abrazado a

otro cuerpo.

Preservémonos.

Somos lo único que tenemos.

Y somos lo mejor de nosotros...

Somos frágiles, pero somos el milagro más grande de la naturaleza.


Con esa convicción debemos de caminar hacia adelante.


Siempre con una sonrisa...

Sea...