/ miércoles 28 de octubre de 2020

Repunte, no el rebrote

Pareciera que con el paso de los días los temas de la pandemia por COVID19 se centrarían en lo maltrecha que dejaba la economía de todos y cada uno de los países que habían sufrido cantidades considerables de contagios y, por ello, confinamiento obligatorio que afectaba a todo tipo de comercios, propician la pérdida de empleos y un desbalance financiero mundial que ya no podría soportarse.

Todo se trata de estadísticas. Cuando vimos el descenso por fin de los millones de contagios en gran parte del planeta, las medidas se relajaron y se permitió la reapertura de comercios que van desde aquellos necesarios por su operación, hasta los que se refieren a temas de esparcimiento como los restaurantes, hoteles y bares.

La temporada otoñal con los cambios de temperatura que ello implica, la influenza estacional y la dinámica social presuponían que sería un difícil obstáculo para sortear pero los bolsillos de pequeños y grandes empresarios no se podían dar el lujo de pensar mucho en ello. Eso sí, como ha sido todo el tiempo, las acciones que se fueron llevando a cabo aparecieron en cadena debido a que la llegada del virus no fue simultánea, sino que primero pasó por Asia, después Europa y África, llegó a Norteamérica y de ahí a todo el Continente Americano. Para ese avance pasaron meses en el mejor de los casos.

Lo anterior nos deja claro que “la curva de aprendizaje” no fue la misma para todos, por ello lo loable del esfuerzo japonés que registró pocos contagios con muy pocas muertes debido a las medidas que siempre han tomado como población.

Esa misma curva aparentemente permitió que países como el nuestro adoptaran otras medidas y se vieran reflejados en otros países pero eso no sucedió. Los contagios fueron masivos, el índice de mortandad es de los más altos del mundo si no es que el más y la reapertura se dio prematuramente.

Con semáforo cuestionable y aún con el reflejo de países europeos que recién abrían negocios y actividades, nuestro país, a pesar de haber recibido el golpe pandémico después, casi al mismo tiempo que Europa y EUA, decidió relajar las medidas y permitir la vuelta a muchas actividades. ¿La diferencia? El rebrote contra el repunte. Me explico.

Mientras existían países que habían contenido los contagios y llegaban a cero reportados en un día, otros, como el nuestro, nunca dejaron el anhelo de aplanar la curva, promesa que nunca llegó y que no permitió que ni un solo día se pudiera reportar un número tan bajo de contagios hasta llegar a cero.

Así las cosas, quienes ya habían contenido al COVID19 llegando a cero contagios en un día, hoy, por falencias en sus medidas, tienen un rebrote, mientras que en el caso mexicano, al nunca haber tenido cifras optimistas vivimos un repunte, es decir, la curva aparentemente aplanada ahora vuelve para arriba.

Así las cosas, todo se trata de cifras, las cuales no son un simple cálculo matemático, sin que son el reflejo de acciones u omisiones que han llevado a nuestro país a ser de los primeros lugares en contagios por número o por tasa y a tener una cantidad de muerte enormes respecto a otros países por número y porcentaje.

Pareciera que con el paso de los días los temas de la pandemia por COVID19 se centrarían en lo maltrecha que dejaba la economía de todos y cada uno de los países que habían sufrido cantidades considerables de contagios y, por ello, confinamiento obligatorio que afectaba a todo tipo de comercios, propician la pérdida de empleos y un desbalance financiero mundial que ya no podría soportarse.

Todo se trata de estadísticas. Cuando vimos el descenso por fin de los millones de contagios en gran parte del planeta, las medidas se relajaron y se permitió la reapertura de comercios que van desde aquellos necesarios por su operación, hasta los que se refieren a temas de esparcimiento como los restaurantes, hoteles y bares.

La temporada otoñal con los cambios de temperatura que ello implica, la influenza estacional y la dinámica social presuponían que sería un difícil obstáculo para sortear pero los bolsillos de pequeños y grandes empresarios no se podían dar el lujo de pensar mucho en ello. Eso sí, como ha sido todo el tiempo, las acciones que se fueron llevando a cabo aparecieron en cadena debido a que la llegada del virus no fue simultánea, sino que primero pasó por Asia, después Europa y África, llegó a Norteamérica y de ahí a todo el Continente Americano. Para ese avance pasaron meses en el mejor de los casos.

Lo anterior nos deja claro que “la curva de aprendizaje” no fue la misma para todos, por ello lo loable del esfuerzo japonés que registró pocos contagios con muy pocas muertes debido a las medidas que siempre han tomado como población.

Esa misma curva aparentemente permitió que países como el nuestro adoptaran otras medidas y se vieran reflejados en otros países pero eso no sucedió. Los contagios fueron masivos, el índice de mortandad es de los más altos del mundo si no es que el más y la reapertura se dio prematuramente.

Con semáforo cuestionable y aún con el reflejo de países europeos que recién abrían negocios y actividades, nuestro país, a pesar de haber recibido el golpe pandémico después, casi al mismo tiempo que Europa y EUA, decidió relajar las medidas y permitir la vuelta a muchas actividades. ¿La diferencia? El rebrote contra el repunte. Me explico.

Mientras existían países que habían contenido los contagios y llegaban a cero reportados en un día, otros, como el nuestro, nunca dejaron el anhelo de aplanar la curva, promesa que nunca llegó y que no permitió que ni un solo día se pudiera reportar un número tan bajo de contagios hasta llegar a cero.

Así las cosas, quienes ya habían contenido al COVID19 llegando a cero contagios en un día, hoy, por falencias en sus medidas, tienen un rebrote, mientras que en el caso mexicano, al nunca haber tenido cifras optimistas vivimos un repunte, es decir, la curva aparentemente aplanada ahora vuelve para arriba.

Así las cosas, todo se trata de cifras, las cuales no son un simple cálculo matemático, sin que son el reflejo de acciones u omisiones que han llevado a nuestro país a ser de los primeros lugares en contagios por número o por tasa y a tener una cantidad de muerte enormes respecto a otros países por número y porcentaje.