DEMOCRACIA EN RUMBO
Estimadas y estimados lectores.
Nos encontramos ante un momento histórico en la política nacional, el sistema electoral mexicano —que se ha ido perfeccionando con la experiencia de cada proceso electoral desde hace más de 4 décadas— ha brindado tanto a nivel federal como local resultados positivos, como un elevado índice de confianza y participación ciudadana (cuya cifra en Hidalgo batió el récord histórico de participación en una elección local y rebasó la media nacional de participación, logrando el 65.26% de la lista nominal en 2018), la representación de los pueblos y comunidades indígenas, así como la consecución de la paridad de género, lo cual también propició una mayor competitividad entre partidos políticos, una fiscalización de los recursos económicos más rigurosa (tanto por el Instituto Nacional Electoral, como por organizaciones de la sociedad civil) y la alternancia legítima del poder, a esto se suma el papel fundamental que desempeñan los tribunales electorales ante controversias y la defensa de los derechos político-electorales de la ciudadanía y los grupos políticos.
Hoy el sistema electoral se encuentra ante nuevos desafíos que deberán atenderse con total responsabilidad a partir de las próximas reformas en materia electoral. En el ámbito local, la primera debe aprobarse por el Congreso Local 90 días antes del inicio del Proceso Electoral 2019-2020 para la renovación de los 84 ayuntamientos, dichas adecuaciones legales definirán las reglas a seguir en los próximos comicios.
La segunda se debate actualmente en las Sesiones de Parlamento Abierto sobre la Reforma Electoral, organizadas por la Cámara de Diputados; en la mesa de diálogo exponen autoridades de los Tribunales Electorales, de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES), por supuesto representantes de los partidos políticos, del Instituto Nacional Electoral e integrantes de la Comisión de Asuntos Electorales de la Cámara de Diputados y Senadores, aquí tuve la oportunidad de compartir el trabajo y resultados que han entregado los OPLES en cada entidad, así como la importancia de su defensa y fortalecimiento.
De esta manera la tercera reforma electoral llegará posteriormente para armonizar nuestras leyes locales con la ley federal. En cualquiera de los tres casos las autoridades tendrán en sus manos la oportunidad para abonar, y mejorar el andamiaje del sistema electoral que se ha consolidado a través de muchos años de trabajo y experiencias; del mismo modo, desde nuestra trinchera seguiremos trabajando, innovando y entregando buenas cuentas a la ciudadanía.
