/ jueves 2 de abril de 2020

Preservar la empresa

ACERVO


En el curso actual de la epidemia derivada por el virus Covid-19 que ha impactado de sobremanera a nivel global, surgen ya los efectos derivados del repliegue social. México no es la excepción y en los rubros diarios de la vida pública, se tiene constancia de la reconfiguración en las actividades primarias de nuestra nación.

Un rubro prioritario es el económico y en él se encuentran cimentados el comercio, la industria, así como las proveedurías de servicios. Conforme al último censo de 2015 y que para este año se encontraba en fase de refrendo hasta que fue abruptamente interrumpido por la contingencia sanitaria, en nuestro país existen más de cuatro millones de empresas. Formalmente a una empresa debe considerársele como aquella organización dedicada a actividades o persecución de fines económicos o comerciales para satisfacer las necesidades de bienes y/o servicios de la sociedad. Todo esto bajo la obtención de un lucro lícito.

En México el sector empresarial se encuentra representando por diversas cámaras como la COPARMEX, el Consejo Coordinador Empresarial, la CONCAMIN, la CMIC, la CONCANACO, entre muchas otras. Todas estas entidades tienen como objetivo velar por los intereses de sus agremiados, quienes conforman al empresariado mexicano. Mujeres y hombres que a diario dotan de millones de empleos y apuestan por el capital humano nacional para ponerlo al servicio de cada objeto social organizacional.

Históricamente las y los empleadores mexicanos han sabido sortear los imponderables que cada coyuntura de orden fortuito ha impactado al país. Desde los sismos de 1985 y 2017, pasando por las varias catástrofes naturales como huracanes e inundaciones, hasta por supuesto la contingencia sanitaria derivada del brote por influenza A (H1N1) en 2009. Frente a cada emergencia, debe reconocerse que el sector patronal ha estado cobijando al sector obrero para garantizar el pago de las contraprestaciones pactadas en términos de la legislación laboral vigente para su tiempo.

Se espera que el próximo domingo el Presidente de la República anuncie formalmente el programa de rescate económico que hará frente al estimado de poco más de un mes, en el que habrán de verse comprometidas el grueso de actividades económicas, comerciales y servicios en México por las medidas de repliegue social ante el coronavirus. En Hidalgo, afortunadamente el gobierno de Omar Fayad ha dotado de las mayores garantías al empresariado local para que encuentren el respaldo del Ejecutivo estatal ante la actual emergencia.

Concluyo precisando que existe ya un cúmulo de planteamientos de diversos frentes, entre los que destaco, el de la COPARMEX encabezada por Gustavo de Hoyos, el del Consejo Coordinador Empresarial presidido por Carlos Salazar, así como la proposición del Grupo Parlamentario del PRI en el Senado, liderado por Miguel Osorio, en el sentido de que para apoyar a la economía de la sociedad mexicana y focalizadamente al empresariado, se difieran hasta por tres meses la presentación de la declaración anual de impuestos y agilizar la devolución del saldo a favor del IVA, que el gobierno federal asuma el salario de trabajadores que cotizan en el IMSS, que se contemplen exenciones y estímulos fiscales para micro, pequeñas y medianas empresas, así como la creación de un fondo de apoyo al sector turístico, entre muchos otros. Preservar a nuestras empresas debe ser tarea de todos, en el marco de la fase crítica en sanidad por la que atravesemos en el mundo. Salir adelante de esta contingencia es responsabilidad de todos. Nuestra responsabilidad.

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En el curso actual de la epidemia derivada por el virus Covid-19 que ha impactado de sobremanera a nivel global, surgen ya los efectos derivados del repliegue social. México no es la excepción y en los rubros diarios de la vida pública, se tiene constancia de la reconfiguración en las actividades primarias de nuestra nación.

Un rubro prioritario es el económico y en él se encuentran cimentados el comercio, la industria, así como las proveedurías de servicios. Conforme al último censo de 2015 y que para este año se encontraba en fase de refrendo hasta que fue abruptamente interrumpido por la contingencia sanitaria, en nuestro país existen más de cuatro millones de empresas. Formalmente a una empresa debe considerársele como aquella organización dedicada a actividades o persecución de fines económicos o comerciales para satisfacer las necesidades de bienes y/o servicios de la sociedad. Todo esto bajo la obtención de un lucro lícito.

En México el sector empresarial se encuentra representando por diversas cámaras como la COPARMEX, el Consejo Coordinador Empresarial, la CONCAMIN, la CMIC, la CONCANACO, entre muchas otras. Todas estas entidades tienen como objetivo velar por los intereses de sus agremiados, quienes conforman al empresariado mexicano. Mujeres y hombres que a diario dotan de millones de empleos y apuestan por el capital humano nacional para ponerlo al servicio de cada objeto social organizacional.

Históricamente las y los empleadores mexicanos han sabido sortear los imponderables que cada coyuntura de orden fortuito ha impactado al país. Desde los sismos de 1985 y 2017, pasando por las varias catástrofes naturales como huracanes e inundaciones, hasta por supuesto la contingencia sanitaria derivada del brote por influenza A (H1N1) en 2009. Frente a cada emergencia, debe reconocerse que el sector patronal ha estado cobijando al sector obrero para garantizar el pago de las contraprestaciones pactadas en términos de la legislación laboral vigente para su tiempo.

Se espera que el próximo domingo el Presidente de la República anuncie formalmente el programa de rescate económico que hará frente al estimado de poco más de un mes, en el que habrán de verse comprometidas el grueso de actividades económicas, comerciales y servicios en México por las medidas de repliegue social ante el coronavirus. En Hidalgo, afortunadamente el gobierno de Omar Fayad ha dotado de las mayores garantías al empresariado local para que encuentren el respaldo del Ejecutivo estatal ante la actual emergencia.

Concluyo precisando que existe ya un cúmulo de planteamientos de diversos frentes, entre los que destaco, el de la COPARMEX encabezada por Gustavo de Hoyos, el del Consejo Coordinador Empresarial presidido por Carlos Salazar, así como la proposición del Grupo Parlamentario del PRI en el Senado, liderado por Miguel Osorio, en el sentido de que para apoyar a la economía de la sociedad mexicana y focalizadamente al empresariado, se difieran hasta por tres meses la presentación de la declaración anual de impuestos y agilizar la devolución del saldo a favor del IVA, que el gobierno federal asuma el salario de trabajadores que cotizan en el IMSS, que se contemplen exenciones y estímulos fiscales para micro, pequeñas y medianas empresas, así como la creación de un fondo de apoyo al sector turístico, entre muchos otros. Preservar a nuestras empresas debe ser tarea de todos, en el marco de la fase crítica en sanidad por la que atravesemos en el mundo. Salir adelante de esta contingencia es responsabilidad de todos. Nuestra responsabilidad.