/ lunes 23 de marzo de 2020

¿Por qué los Ayuntamientos son importantes para la vida cotidiana?

DEMOCRACIA EN RUMBO


Desde aspectos como el mantenimiento de calles y espacios públicos hasta la regulación de espectáculos y giros comerciales, los Ayuntamientos tienen un impacto directo en la vida cotidiana de la población. Conocer cómo se integran los gobiernos municipales —al igual que sus funciones y relevancia— empodera a la ciudadanía en cuanto a las esferas en las que puede esperar, solicitar y en su caso evaluar la actuación de dichas autoridades.

De acuerdo con la Ley Orgánica Municipal del Estado de Hidalgo, los Ayuntamientos son órganos de gobierno electos democráticamente que realizan la autogestión de los intereses de la comunidad en su ámbito territorial. A menudo la primera figura en la que se piensa al hablar de los Ayuntamientos es el Presidente o Presidenta Municipal; sin embargo, hay que recordar que éstos también se integran por mujeres y hombres en los cargos de Síndicas, Síndicos, Regidoras y Regidores.

Profundizando en la potestad del Ayuntamiento sobre la municipalidad como espacio geográfico, público y político, el Dr. Mauricio Bermeo Mendoza comenta la fortaleza que las citadas autoridades pueden tener para identificar de manera cercana y directa las necesidades de la población e incrementar efectivamente el bienestar local.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Cultura también señala esa característica de los gobiernos municipales de promover el desarrollo del territorio en las esferas política, financiera y administrativa. Por ejemplo, manejando adecuadamente los recursos naturales; o bien, prestando servicios públicos domiciliarios y de las necesidades en salud, educación, saneamiento ambiental, agua potable, vivienda, recreación y deporte.

En nuestra entidad, la ya referida Ley Orgánica Municipal establece las facultades y obligaciones de los Ayuntamientos en el artículo 56. Algunas de ellas son: elaborar y aprobar el bando de buen gobierno y policía; cuidar que las vías públicas se mantengan expeditas para el tránsito de peatones y vehículos; formular, validar y administrar la zonificación y planes de desarrollo urbano y rural; prevenir y sancionar, con las autoridades competentes, el alcoholismo, la prostitución y la adicción a las drogas; normar el establecimiento de mercados, tianguis y ferias; y promover el desenvolvimiento cultural, científico, tecnológico y educativo en general.

Como puede apreciarse, los Ayuntamientos tienen diversos campos de acción para incidir en el bienestar social. Tener presente la responsabilidad, así como el potencial trasformador de estas autoridades con sus territorios y poblaciones, debe estar muy presente en las agendas y propuestas de las y los futuros aspirantes a los cargos de elección popular en las Presidencias Municipales.

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Desde aspectos como el mantenimiento de calles y espacios públicos hasta la regulación de espectáculos y giros comerciales, los Ayuntamientos tienen un impacto directo en la vida cotidiana de la población. Conocer cómo se integran los gobiernos municipales —al igual que sus funciones y relevancia— empodera a la ciudadanía en cuanto a las esferas en las que puede esperar, solicitar y en su caso evaluar la actuación de dichas autoridades.

De acuerdo con la Ley Orgánica Municipal del Estado de Hidalgo, los Ayuntamientos son órganos de gobierno electos democráticamente que realizan la autogestión de los intereses de la comunidad en su ámbito territorial. A menudo la primera figura en la que se piensa al hablar de los Ayuntamientos es el Presidente o Presidenta Municipal; sin embargo, hay que recordar que éstos también se integran por mujeres y hombres en los cargos de Síndicas, Síndicos, Regidoras y Regidores.

Profundizando en la potestad del Ayuntamiento sobre la municipalidad como espacio geográfico, público y político, el Dr. Mauricio Bermeo Mendoza comenta la fortaleza que las citadas autoridades pueden tener para identificar de manera cercana y directa las necesidades de la población e incrementar efectivamente el bienestar local.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Cultura también señala esa característica de los gobiernos municipales de promover el desarrollo del territorio en las esferas política, financiera y administrativa. Por ejemplo, manejando adecuadamente los recursos naturales; o bien, prestando servicios públicos domiciliarios y de las necesidades en salud, educación, saneamiento ambiental, agua potable, vivienda, recreación y deporte.

En nuestra entidad, la ya referida Ley Orgánica Municipal establece las facultades y obligaciones de los Ayuntamientos en el artículo 56. Algunas de ellas son: elaborar y aprobar el bando de buen gobierno y policía; cuidar que las vías públicas se mantengan expeditas para el tránsito de peatones y vehículos; formular, validar y administrar la zonificación y planes de desarrollo urbano y rural; prevenir y sancionar, con las autoridades competentes, el alcoholismo, la prostitución y la adicción a las drogas; normar el establecimiento de mercados, tianguis y ferias; y promover el desenvolvimiento cultural, científico, tecnológico y educativo en general.

Como puede apreciarse, los Ayuntamientos tienen diversos campos de acción para incidir en el bienestar social. Tener presente la responsabilidad, así como el potencial trasformador de estas autoridades con sus territorios y poblaciones, debe estar muy presente en las agendas y propuestas de las y los futuros aspirantes a los cargos de elección popular en las Presidencias Municipales.

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