/ miércoles 26 de enero de 2022

Luz para el futuro de México

Visitando una oficina empresarial, vi un grupo de libros y entre ellos uno que llamó mucho mi atención, su título: “Luz para el Milenio, Recursos renovables, energía inagotable” editado por la Comisión Federal de Electricidad en 2012.

En esos años estaba claro que el camino al futuro energético era la cada vez mayor generación de electricidad por medio renovables, el mundo había adoptado esa alternativa. No hay opción, las energías renovables son el futuro de la humanidad, no solo por el declive de las reservas de combustibles fósiles, que se agotaran en menos de 75 años, sino por el gran impacto en el cambio climático del planeta por la emisión de gases de efecto invernadero, un tema de supervivencia.

El acuerdo de Paris ha propuesto la eliminación de emisiones contaminantes a cero para el 2050. En un nuevo informa de la Agencia Internacional de Energía, señala que el crecimiento de la capacidad mundial de generación de electricidad a partir de paneles solares, turbinas eólicas y otras energías renovables va en aceleración, lo que hará que para 2026, el 95% del crecimiento de la capacidad mundial de generación de energía sea por energías renovables.

La reforma constitucional en materia eléctrica promovida por el Gobierno de México tiene un sentido contrario a esta tendencia mundial.

Se han realizado diversos análisis y estudios por expertos en el tema, académicos, inversionistas, generadores, advirtiendo de lo negativo que sería para el país aprobar esta reforma energética.

Gracias a los actuales foros de parlamento abierto sobre la reforma eléctrica, se han retomado los efectos negativos: energía más cara para todos los consumidores, (la energía que genera CFE es 4.9 veces más cara que la que produce el sector privado ($1,852, contra $377 por Mega Watts hora). La falta de inversión en la producción generaría apagones, las emisiones contaminantes aumentarían, la cancelación de contratos implicará pagar miles de millones de pesos en indemnizaciones, se deterioraría la imagen de México en el exterior, al vernos como un país donde no se cumplen los contratos, así se ahuyentarían futuras inversiones.

No debemos desaprovechar nuestra riqueza como país, contamos con casi 2 millones de kilómetros cuadrados de territorio, y más de 3 millones de superficie marítima, esto es un potencial enorme en materia de radiación solar, viento y recursos hídricos.

No requerimos de una reforma que lleve al pasado, sino de una que nos impulse al futuro y modernidad, una que lleve a la CFE a ser fuerte, productiva y eficiente. Con potencial de generación junto al sector privado.

Así tendremos oportunidad de tener energía, limpia y barata, luz para el futuro de México.

Visitando una oficina empresarial, vi un grupo de libros y entre ellos uno que llamó mucho mi atención, su título: “Luz para el Milenio, Recursos renovables, energía inagotable” editado por la Comisión Federal de Electricidad en 2012.

En esos años estaba claro que el camino al futuro energético era la cada vez mayor generación de electricidad por medio renovables, el mundo había adoptado esa alternativa. No hay opción, las energías renovables son el futuro de la humanidad, no solo por el declive de las reservas de combustibles fósiles, que se agotaran en menos de 75 años, sino por el gran impacto en el cambio climático del planeta por la emisión de gases de efecto invernadero, un tema de supervivencia.

El acuerdo de Paris ha propuesto la eliminación de emisiones contaminantes a cero para el 2050. En un nuevo informa de la Agencia Internacional de Energía, señala que el crecimiento de la capacidad mundial de generación de electricidad a partir de paneles solares, turbinas eólicas y otras energías renovables va en aceleración, lo que hará que para 2026, el 95% del crecimiento de la capacidad mundial de generación de energía sea por energías renovables.

La reforma constitucional en materia eléctrica promovida por el Gobierno de México tiene un sentido contrario a esta tendencia mundial.

Se han realizado diversos análisis y estudios por expertos en el tema, académicos, inversionistas, generadores, advirtiendo de lo negativo que sería para el país aprobar esta reforma energética.

Gracias a los actuales foros de parlamento abierto sobre la reforma eléctrica, se han retomado los efectos negativos: energía más cara para todos los consumidores, (la energía que genera CFE es 4.9 veces más cara que la que produce el sector privado ($1,852, contra $377 por Mega Watts hora). La falta de inversión en la producción generaría apagones, las emisiones contaminantes aumentarían, la cancelación de contratos implicará pagar miles de millones de pesos en indemnizaciones, se deterioraría la imagen de México en el exterior, al vernos como un país donde no se cumplen los contratos, así se ahuyentarían futuras inversiones.

No debemos desaprovechar nuestra riqueza como país, contamos con casi 2 millones de kilómetros cuadrados de territorio, y más de 3 millones de superficie marítima, esto es un potencial enorme en materia de radiación solar, viento y recursos hídricos.

No requerimos de una reforma que lleve al pasado, sino de una que nos impulse al futuro y modernidad, una que lleve a la CFE a ser fuerte, productiva y eficiente. Con potencial de generación junto al sector privado.

Así tendremos oportunidad de tener energía, limpia y barata, luz para el futuro de México.