/ miércoles 29 de julio de 2020

LOS TEMAS IMPORTANTES DEL PRESIDENTE

Hoy en México alcanzamos la cifra de 395 mil 489 caso confirmados de coronavirus, también existen 85 mil 986 casos sospechosos y lamentablemente han perdido la vida 44 mil 22 mexicanos.

Es cierto que la pandemia tomó por sorpresa a la mayoría de gobiernos en el mundo; sin embargo, el de México tuvo por lo menos tres meses para poder preparar el terreno donde se libraría la batalla en contra del nuevo virus, desafortunadamente y sin que se tomara en serio la gravedad del problema, se pensó ingenuamente como estrategia principal, en estampitas, amuletos, limpias y una que otra brujería para salir de la contingencia rápidamente; pero de estos errores y omisiones no le gusta hablar al presidente, a él le gusta platicar sobre como la empresa Obedrech pagó sobornos a legisladores de oposición para que se votara la reforma energética, en la que por cierto el PRD en su conjunto votó en contra y en la que por cierto Andrés Manuel no ha ocupado su amplia mayoría en el Congreso para echar abajo, de los que si le gusta hablar es de la información que se supone sólo la Fiscalía tiene acceso y que Andrés Manuel ventila como si no afectara en la investigación y en el debido proceso en el caso Lozoya, que por cierto nadie sabe dónde se encuentra, ya que hasta la fecha no ha sido presentado ante un ministerio público

Según los datos del INEGI existen en México 12 millones de personas que han dejado de percibir un ingreso, por supuesto que aún no podemos medir los efectos reales de la pandemia y el número de desempleos que ha generado y que generara esta contingencia sanitaria, pero sin una política pública que vaya enfocada a preservar los empleos, sin estímulos fiscales para los empleadores, sin créditos y sin incentivos, el panorama no se mira bien, pero de esto tampoco le gusta hablar al presidente, a él le gusta estar en sus mañaneras y poner de fondo al avión presidencial, que por cierto, ni lo venden, ni lo rentan, ni lo rifan y en una de esas ya ni vuela, para denunciar lo que pasaba en gobiernos anteriores y la opulencia en la que vivían.

El Fondo Monetario Internacional estimó que el Producto Interno Bruto caerá 10.5 por ciento este año; sin embargo, se le sigue apostando a megaproyectos que no son prioritarios y no detonaran la reactivación económica al menos en el corto plazo que es lo que se requiere en estos momentos, obras como Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucíacia están absorbiendo recursos que bien redireccionados podrían mitigar un poco la caída de la economía y reactivarla inmediatamente, pasada la contingencia sanitaria; desafortunadamente, tampoco de esto quiere hablar el presidente, él de lo que quiere hablar, es de las teorías conspiradoras de algunos actores políticos que quieren derrumbar su reinado, de algunos que le quieren quitar su mayoría en la cámara de diputados en el 2021, él lo que quiere es seguir polarizando al país, quiere seguir peleando con políticos, periódicos, periodistas, con gobernadores, eso sí que le motiva.

En concreto, al presidente le gusta hablar de lo que él quiere, cuando quiere y como quiere y para ello aplica la máxima de a falta de pan, entonces circo. Al presidente le gusta desviar la atención antes de discutir y analizar los grandes y graves problemas por los que estamos atravesando.

El fracaso de la cuarta transformación es evidente, afortunada y desafortunadamente, llegará un momento en que se le acaben los enemigos al presidente, en que no haya como desviar la atención de los problemas del país, en que no podrá decir que el país está como está porque así se lo heredaron, cuando eso suceda por fin tendrá que hacerse responsable de la conducción del país, sólo confiemos, en que no sea muy tarde para poder rescatar a México de la devastación a la que lo están conduciendo.

Hoy en México alcanzamos la cifra de 395 mil 489 caso confirmados de coronavirus, también existen 85 mil 986 casos sospechosos y lamentablemente han perdido la vida 44 mil 22 mexicanos.

Es cierto que la pandemia tomó por sorpresa a la mayoría de gobiernos en el mundo; sin embargo, el de México tuvo por lo menos tres meses para poder preparar el terreno donde se libraría la batalla en contra del nuevo virus, desafortunadamente y sin que se tomara en serio la gravedad del problema, se pensó ingenuamente como estrategia principal, en estampitas, amuletos, limpias y una que otra brujería para salir de la contingencia rápidamente; pero de estos errores y omisiones no le gusta hablar al presidente, a él le gusta platicar sobre como la empresa Obedrech pagó sobornos a legisladores de oposición para que se votara la reforma energética, en la que por cierto el PRD en su conjunto votó en contra y en la que por cierto Andrés Manuel no ha ocupado su amplia mayoría en el Congreso para echar abajo, de los que si le gusta hablar es de la información que se supone sólo la Fiscalía tiene acceso y que Andrés Manuel ventila como si no afectara en la investigación y en el debido proceso en el caso Lozoya, que por cierto nadie sabe dónde se encuentra, ya que hasta la fecha no ha sido presentado ante un ministerio público

Según los datos del INEGI existen en México 12 millones de personas que han dejado de percibir un ingreso, por supuesto que aún no podemos medir los efectos reales de la pandemia y el número de desempleos que ha generado y que generara esta contingencia sanitaria, pero sin una política pública que vaya enfocada a preservar los empleos, sin estímulos fiscales para los empleadores, sin créditos y sin incentivos, el panorama no se mira bien, pero de esto tampoco le gusta hablar al presidente, a él le gusta estar en sus mañaneras y poner de fondo al avión presidencial, que por cierto, ni lo venden, ni lo rentan, ni lo rifan y en una de esas ya ni vuela, para denunciar lo que pasaba en gobiernos anteriores y la opulencia en la que vivían.

El Fondo Monetario Internacional estimó que el Producto Interno Bruto caerá 10.5 por ciento este año; sin embargo, se le sigue apostando a megaproyectos que no son prioritarios y no detonaran la reactivación económica al menos en el corto plazo que es lo que se requiere en estos momentos, obras como Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucíacia están absorbiendo recursos que bien redireccionados podrían mitigar un poco la caída de la economía y reactivarla inmediatamente, pasada la contingencia sanitaria; desafortunadamente, tampoco de esto quiere hablar el presidente, él de lo que quiere hablar, es de las teorías conspiradoras de algunos actores políticos que quieren derrumbar su reinado, de algunos que le quieren quitar su mayoría en la cámara de diputados en el 2021, él lo que quiere es seguir polarizando al país, quiere seguir peleando con políticos, periódicos, periodistas, con gobernadores, eso sí que le motiva.

En concreto, al presidente le gusta hablar de lo que él quiere, cuando quiere y como quiere y para ello aplica la máxima de a falta de pan, entonces circo. Al presidente le gusta desviar la atención antes de discutir y analizar los grandes y graves problemas por los que estamos atravesando.

El fracaso de la cuarta transformación es evidente, afortunada y desafortunadamente, llegará un momento en que se le acaben los enemigos al presidente, en que no haya como desviar la atención de los problemas del país, en que no podrá decir que el país está como está porque así se lo heredaron, cuando eso suceda por fin tendrá que hacerse responsable de la conducción del país, sólo confiemos, en que no sea muy tarde para poder rescatar a México de la devastación a la que lo están conduciendo.