/ domingo 5 de julio de 2020

Los libreros de mi biblioteca

Ahora que en confinamiento disciplinado he estado arreglando y reclasificando mis libros, me he encontrado con algunas joyas que ya no me acordaba que tenía. Libros que compré y leí hace veinte, treinta años o más y que al volverlos a ver me causaron varias emociones. Mis libreros están clasificados por letras, el librero A, el librero B y los demás igual hasta llegar al Y. Encontré en el librero J estos libros: Método Silva del Control Mental que tanto me ayudó a ordenar los trabajos de la mente y su aplicación en mi vida, La Rosa Blanca de B. Traven (que en realidad se llamaba Otto Feige, alemán, escritor estupendo y buen actor), linda novela que trata de las injusticias de las compañías petroleras antes de la expropiación y que le hace a uno recordar esos versos de López Velarde en los que dice: “El Niño Dios te escrituró un establo, y los veneros del petróleo el diablo.”

Pasando a otros libros, El Espejo de la Muerte de Miguel de Unamuno, Un Son que canta en el Río, de Roberto Blanco Moheno, Los Primeros Hombres en la Luna de H.J. Wells, 20 Poemas de Amor y Una Canción Desesperada del gran Pablo Neruda, de donde me brotan de la memoria estos versos: “…Puedo escribir los versos más tristes esta noche, puedo escribir por ejemplo, la noche está estrellada y tiritan azules los astros a lo lejos y el viento de la noche gira en el cielo y canta….Yo la quise y a veces… ella también me quiso”. Qué barbaridad, que recuerdos y que bellas palabras !!! Sigo con el libreroJ, Entre Tiras, Porros y Caifanesdel valioso hidalguense Gonzalo Martré; Estabilidad en las Construcciones del Ing. Claudio Castro; Ojos de Perro Azul de Gabriel García Márquez con su inigualable prosa y brillo literario; Le Francais et la Vie mi método para aprender francés en la Alianza cuando estaba en la calle de Zaragoza, años setentas; Historias Secretas de la Última Guerradel Readers Digest, que publicaba unos excelentes libros muy bien armados y diseñados y que fueron delicia de nosotros sus lectores constantes. Nixon al Desnudo del Washington Post, con la trama detallada del asunto aquel de Watergate que derribó del poder a Richard Nixon, con la investigación y perseverancia de solo dos periodistas del periódico mencionado, cuando la prensa escrita todavía tenía la fuerza que ahora tienen las benditas redes sociales (AMLO dixit). Y luego, Mitad Oscura, Lo de Antes, La Víspera del Trueno, Paraíso 25, Días de Podery otras del desaparecido escritor de novela-ficción-realidad de la política mexicana el gran Luis Spota.

La novela Las Vegas de Mario Puzo, el autor del inolvidable libro y luego zaga de películas El Padrino. Estas películas son formidables, pero recuerdo a mi madre doña Stenie, incansable lectora, diciéndome, “en muchos casos el libro es mejor que la película”. Lo leí y sí, era verdad. Es mi librero J, y hay mucho más.e

Ahora que en confinamiento disciplinado he estado arreglando y reclasificando mis libros, me he encontrado con algunas joyas que ya no me acordaba que tenía. Libros que compré y leí hace veinte, treinta años o más y que al volverlos a ver me causaron varias emociones. Mis libreros están clasificados por letras, el librero A, el librero B y los demás igual hasta llegar al Y. Encontré en el librero J estos libros: Método Silva del Control Mental que tanto me ayudó a ordenar los trabajos de la mente y su aplicación en mi vida, La Rosa Blanca de B. Traven (que en realidad se llamaba Otto Feige, alemán, escritor estupendo y buen actor), linda novela que trata de las injusticias de las compañías petroleras antes de la expropiación y que le hace a uno recordar esos versos de López Velarde en los que dice: “El Niño Dios te escrituró un establo, y los veneros del petróleo el diablo.”

Pasando a otros libros, El Espejo de la Muerte de Miguel de Unamuno, Un Son que canta en el Río, de Roberto Blanco Moheno, Los Primeros Hombres en la Luna de H.J. Wells, 20 Poemas de Amor y Una Canción Desesperada del gran Pablo Neruda, de donde me brotan de la memoria estos versos: “…Puedo escribir los versos más tristes esta noche, puedo escribir por ejemplo, la noche está estrellada y tiritan azules los astros a lo lejos y el viento de la noche gira en el cielo y canta….Yo la quise y a veces… ella también me quiso”. Qué barbaridad, que recuerdos y que bellas palabras !!! Sigo con el libreroJ, Entre Tiras, Porros y Caifanesdel valioso hidalguense Gonzalo Martré; Estabilidad en las Construcciones del Ing. Claudio Castro; Ojos de Perro Azul de Gabriel García Márquez con su inigualable prosa y brillo literario; Le Francais et la Vie mi método para aprender francés en la Alianza cuando estaba en la calle de Zaragoza, años setentas; Historias Secretas de la Última Guerradel Readers Digest, que publicaba unos excelentes libros muy bien armados y diseñados y que fueron delicia de nosotros sus lectores constantes. Nixon al Desnudo del Washington Post, con la trama detallada del asunto aquel de Watergate que derribó del poder a Richard Nixon, con la investigación y perseverancia de solo dos periodistas del periódico mencionado, cuando la prensa escrita todavía tenía la fuerza que ahora tienen las benditas redes sociales (AMLO dixit). Y luego, Mitad Oscura, Lo de Antes, La Víspera del Trueno, Paraíso 25, Días de Podery otras del desaparecido escritor de novela-ficción-realidad de la política mexicana el gran Luis Spota.

La novela Las Vegas de Mario Puzo, el autor del inolvidable libro y luego zaga de películas El Padrino. Estas películas son formidables, pero recuerdo a mi madre doña Stenie, incansable lectora, diciéndome, “en muchos casos el libro es mejor que la película”. Lo leí y sí, era verdad. Es mi librero J, y hay mucho más.e