/ sábado 27 de junio de 2020

Libertad Lamarque, Eva Perón intentó frenar su carrera

Un día al notar la actitud desafiante e intransigente de una actriz, Libertad decidió llamarle la atención y hacerle ver que las poses de diva, no eran lo mejor en el escenario y mucho menos ante los demás artistas. Nunca, ni ella ni nadie, imaginaron que la actriz a la que le llamó la atención ese día sería con el tiempo la mujer más poderosa de Argentina, su nombre: Eva Perón. A partir del primer momento en el que Juan Domingo Perón asumió el poder, la carrera de Libertad Lamarque se vio bloqueada.

Entonces con el afán de mostrar su talento y una decisión no exenta de temor buscó refugio en otros lares. Así llegó a México. Precedida de esa historia y, con la simpatía de los grandes públicos, Libertad Lamarque fortaleció su espíritu y comenzó su camino hacia la inmortalidad. Su entrada al cine mexicano fue bajo la batuta de Luis Buñuel, llevando como compañero de escena a Jorge Negrete.

La actriz supo interpretar los sentimientos y cultura de esta tierra, logrando identificarse de inmediato con las formas y normas del pueblo de México. Libertad Lamarque nació en Rosario, Argentina, en 1908. Desde muy joven dejó una estela de triunfo en la radio, el cine, la televisión y el teatro en su país. Participó con gran éxito en el cine sonoro con la película “Tango” y, su nombre -elegido por su padre anarquista-, Libertad, se hizo acompañar de los más célebres del firmamento del mundo del espectáculo. Una de sus naturales parejas en el celuloide fue Arturo de Córdova.

Libertad Lamarque y el actor, fusionaron en cada actuación razones, sentimientos y emociones, en los que el drama, la angustia y los reencuentros familiares daban un sello de solidez y rectificación de los tortuosos caminos de la vida misma. Además, en sus películas era natural admirar la voz de Libertad interpretando tangos como Caminito, Madreselva y otros. Mención aparte merece su actuación con Pedro Infante en la comedia “Escuela de música”. Libertad Lamarque llegó a México después de haber sido acorralada en Argentina.

Desde aquí, Lamarque se impulsó para filmar en España y nuevamente en su patria. Sus discos no conocieron nunca la palabra fracaso y, su rostro, así como sus actuaciones han sido conocidas por todo el mundo a través de varias generaciones. Libertad Lamarque, una mujer que se sobrepuso a la tragedia de ver su carrera y vida marchitarse por designios del momento y que llegó a nuestro país para, con trabajo honrado, trascender y realizar una carrera sencillamente inolvidable. Una mujer que también llego de lejos.

Un día al notar la actitud desafiante e intransigente de una actriz, Libertad decidió llamarle la atención y hacerle ver que las poses de diva, no eran lo mejor en el escenario y mucho menos ante los demás artistas. Nunca, ni ella ni nadie, imaginaron que la actriz a la que le llamó la atención ese día sería con el tiempo la mujer más poderosa de Argentina, su nombre: Eva Perón. A partir del primer momento en el que Juan Domingo Perón asumió el poder, la carrera de Libertad Lamarque se vio bloqueada.

Entonces con el afán de mostrar su talento y una decisión no exenta de temor buscó refugio en otros lares. Así llegó a México. Precedida de esa historia y, con la simpatía de los grandes públicos, Libertad Lamarque fortaleció su espíritu y comenzó su camino hacia la inmortalidad. Su entrada al cine mexicano fue bajo la batuta de Luis Buñuel, llevando como compañero de escena a Jorge Negrete.

La actriz supo interpretar los sentimientos y cultura de esta tierra, logrando identificarse de inmediato con las formas y normas del pueblo de México. Libertad Lamarque nació en Rosario, Argentina, en 1908. Desde muy joven dejó una estela de triunfo en la radio, el cine, la televisión y el teatro en su país. Participó con gran éxito en el cine sonoro con la película “Tango” y, su nombre -elegido por su padre anarquista-, Libertad, se hizo acompañar de los más célebres del firmamento del mundo del espectáculo. Una de sus naturales parejas en el celuloide fue Arturo de Córdova.

Libertad Lamarque y el actor, fusionaron en cada actuación razones, sentimientos y emociones, en los que el drama, la angustia y los reencuentros familiares daban un sello de solidez y rectificación de los tortuosos caminos de la vida misma. Además, en sus películas era natural admirar la voz de Libertad interpretando tangos como Caminito, Madreselva y otros. Mención aparte merece su actuación con Pedro Infante en la comedia “Escuela de música”. Libertad Lamarque llegó a México después de haber sido acorralada en Argentina.

Desde aquí, Lamarque se impulsó para filmar en España y nuevamente en su patria. Sus discos no conocieron nunca la palabra fracaso y, su rostro, así como sus actuaciones han sido conocidas por todo el mundo a través de varias generaciones. Libertad Lamarque, una mujer que se sobrepuso a la tragedia de ver su carrera y vida marchitarse por designios del momento y que llegó a nuestro país para, con trabajo honrado, trascender y realizar una carrera sencillamente inolvidable. Una mujer que también llego de lejos.