La igualdad de género y el acceso de las mujeres a nuestros derechos no es una causa más, sino una condición indispensable para combatir la pobreza, impulsar el desarrollo social y construir un país con oportunidades para todas y todos. En la reciente aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación, que contiene la manera en que México va a gastar el dinero que pertenece al pueblo, se contemplan en teoría 103 programas en esta materia, sin embargo, únicamente 25 están realmente vinculados a buscar la igualdad y empoderar a mujeres y niñas.
Por ejemplo, el programa “Estancias infantiles”, tiene una asignación de “cero” pesos, lo que contrasta con los tres mil millones que el PRI, PAN y PRD propusimos para garantizar el adecuado cuidado de niñas y niños, mientras sus mamás trabajan o estudian. En el presupuesto aprobado por Morena y sus Aliados, el Programa de “Salud materna, sexual y reproductiva” registra un incremento de apenas 3.8 por ciento, lo que no compensa el incremento inflacionario y no permitirá la atención integral de más mujeres que padecen algún tipo de cáncer, quienes también sufren de la falta de medicamentos y quimioterapias.
Durante agosto del 2021 se registraron 107 feminicidios en México, una cifra máxima para un mes y la más alta al menos desde el 2015, lo que representa un crecimiento de 43 por ciento en comparación con agosto del año pasado, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Sólo en lo que va del 2021 se registraron 692 casos de femicidios, lo que implica un aumento de 8 por ciento en relación con el 2020.
Otros delitos en materia de violencia de género continúan al alza, como las agresiones sexuales, la violación y los incidentes de violencia familiar. Sin embargo, en el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF), registra un incremento de apenas 3.8 por ciento, lo que significa apenas 10 millones de pesos más de lo que recibió en 2021, que resultan insuficientes para atender la creciente violencia contra las mujeres.
Por su parte, para los refugios especializados para mujeres víctimas de violencia de género, sus hijas e hijos, se destinaron apenas 420 millones de pesos, lo que resulta insuficiente para poder salvaguardar la integridad física de las mujeres y sus hijos e hijas. A esto se suma la ausencia de recursos para el empoderamiento económico de las mujeres y la reducción a programas que garantizarían su bienestar, salud reproductiva, apoyo al empleo, desarrollo de las mujeres indígenas y acceso a otros servicios y derechos fundamentales. Tristemente las mujeres quedamos fuera del presupuesto.
