Nuevamente las lluvias han provocado daños en suelo hidalguense. El pasado domingo, 15 de septiembre, una madre de familia narraba a El Sol de Hidalgo los momentos de angustia y desesperación que vivió horas antes cuando su hogar fue inundado.
Con el rostro desencajado, con su voz quebrada y sus ojos desesperados, haciendo un esfuerzo por contener las lágrimas que buscaban irrumpir, hablaba de los daños sufridos y las consecuentes pérdidas.
Ahí, en su dañado hogar ubicado en Tepeji del Río pensaba en sus hijas. La vida les cambió en unas horas y ninguna autoridad, municipal o estatal, se había presentado hasta ese momento para brindarles ayuda.
Por eso ella tiene toda la razón cuando señala que de nada sirve pagar oportunamente los impuestos como el predial. No importa ser un ciudadano responsable y cumplido. Lamentablemente en esos momentos de angustia aquellas personas que en campaña lo ofrecen todo, poco, muy poco o nada hacen en favor de la ciudadanía. Ni los baches tapan, decía.
La tragedia se asomó a Tepeji como consecuencia de que el río que lleva el mismo nombre que el municipio, se vio superado en su capacidad de almacenamiento.
¿ACTUARON TARDE?
Y todo indica que las autoridades no lo vieron venir o tomaron cartas en el asunto cuando ya era tarde, igual que pasó en septiembre del año 2021 en Tula de Allende, Hidalgo. Es decir, hace apenas tres años. Una lección no aprendida.
En este 2024 ni siquiera estaban habilitados todos los refugios temporales y por ello es que algunas personas no pudieron permanecer en ellos y se vieron obligadas a regresar a sus inundados hogares. Al menos eso dijeron.
Esperemos que esta llamada de atención sirva para que se tomen las precauciones debidas y que las autoridades municipales y estatales permanezcan verdaderamente atentas y no sólo emitiendo comunicados de prensa en los que afirman que están monitoreando los ríos y sus caudales.
Y ojalá que las familias afectadas tengan los apoyos necesarios, pero que no sean engañadas como hace tres años, cuando el ex alcalde les entregó colchones de pésima calidad, por poner un ejemplo.
DE NADA SIRVEN LAS COMPARECENCIAS
Nos dicen que el tema de que los integrantes del gabinete del gobierno del estado acudan al Congreso local para informar de las acciones emprendidas y de los gastos realizados, comienza a tomar forma.
Pero los nuevos congresistas, sí los integrantes de la LXVI Legislatura, deberían sentarse a dialogar entre ellos y valorar la utilidad de esas reuniones tan prolongadas en tiempo y tan escasas de contenido.
Todo funcionario acude a decir que se ha hecho lo mejor de lo mejor. Ninguno reconoce que falló en esto o en aquello. Así que todo estará color de rosa y en esta ocasión las diputadas y diputados de oposición son tan sólo un puñado que poco podrá decir con contundencia para evidenciar que algo está mal, en caso de que así fuera.
El formato de estos encuentros es muy monótono. Habla el funcionario, los legisladores le preguntan cosas, el servidor público responde o medio responde, los congresistas replican y el secretario o secretaria en turno puede o no volver a hacer uso de la palabra.
Pero luego de ello nada pasa. El ejercicio no tiene consecuencia alguna y a la ciudadanía no le interesan, ni se entera de lo que ahí se dijo.
¿Valen la pena las comparecencias? ¿Sería bueno que la 4T las cancele y se busque otra forma de analizar el contenido del informe del gobernador en turno? ¿Se requiere la presencia de los funcionarios? ¿El Congreso cumple con su misión al realizar dichas juntas de trabajo?
¿Usted qué opina estimado lector o lectora?