/ sábado 8 de febrero de 2020

“La rosa transfigurada” Ernesto de la Peña

Al mirarlo sabíamos que estábamos ante un hombre bueno, un hombre sabio. Sus escritos son magníficos, sus traducciones maravillosas y su hablar fue siempre claro. Pero lo mejor fue siempre su actitud en la vida. Su actitud nunca fue “ante la vida”, siempre fue a favor de la vida. Así era don Ernesto de la Peña. Allá por los años 70´s Ernesto de la Peña participaba en un programa que conducía, Jorge Saldaña. El Dr. Ernesto de la Peña siempre fue un estudioso de los textos bíblicos y, en ese foro nos daba a conocer sus interpretaciones en ese y otros variados temas, como por ejemplo: literatura griega, idioma árabe, sánscrito y lingüística indoeuropea.

Así que cuando encontramos el libro La Rosa Transfigurada, de su autoría, no hubo duda de que sería un texto magnífico. En este libro, Ernesto de la Peña nos da un conocimiento de la rosa. Esa maravillosa flor de apariencia tan delicada y que por su propia resistencia está presente en todo el mundo. Este libro nos acerca a la botánica, a la literatura, a la filosofía y a una flor que ha encarnado el aroma del deseo, el vuelo del espíritu, una flor que ha sido compañera de lágrimas, ha sido mensaje y mensajero, contraseña de iniciados y muestra del paraíso. Y Ernesto de la Peña nos lleva de la mano en el recorrido por las páginas de La Rosa Transfigurada… En ellas nos encontramos con la rotundez de la mitología en la vida y la presencia de la Rosa.

“Adonis, -cuenta- es hijo de Esmirna quién a petición de Afrodita, sostuvo relaciones incestuosas con su padre. Esmirna engañó a su padre provocando un encuentro con él en la oscuridad. Al darse cuenta el padre del engaño, persigue a Esmirna para darle muerte. Esmirna recibe protección divina y queda convertida en un árbol de Mirra… diez meses más tarde, la corteza del árbol se parte y da luz a Adonis. La leyenda continúa y el apuesto Adonis es solicitado por la diosa Artemisa y por Afrodita. Se presume que la diosa Artemisa molesta con Adonis, lanza en contra del bello joven a un jabalí.

Adonis muere destrozado por los colmillos del feroz animal. La sangre de Adonis riega la tierra y de ella -se asegura- nacieron unas flores rojas. La Rosa Roja. Y de las lágrimas dolientes de la diosa Afrodita, nacieron las anémonas…” Sin duda el relato es trágico… ¡pero es bello! En la lectura de éste libro también encontramos la definición de la Rosa: “La Rosa es una flor contradictoria… es más bien una contradicción pura. Delicada hasta la extinción, pero resistente hasta el heroísmo.

Al mirarlo sabíamos que estábamos ante un hombre bueno, un hombre sabio. Sus escritos son magníficos, sus traducciones maravillosas y su hablar fue siempre claro. Pero lo mejor fue siempre su actitud en la vida. Su actitud nunca fue “ante la vida”, siempre fue a favor de la vida. Así era don Ernesto de la Peña. Allá por los años 70´s Ernesto de la Peña participaba en un programa que conducía, Jorge Saldaña. El Dr. Ernesto de la Peña siempre fue un estudioso de los textos bíblicos y, en ese foro nos daba a conocer sus interpretaciones en ese y otros variados temas, como por ejemplo: literatura griega, idioma árabe, sánscrito y lingüística indoeuropea.

Así que cuando encontramos el libro La Rosa Transfigurada, de su autoría, no hubo duda de que sería un texto magnífico. En este libro, Ernesto de la Peña nos da un conocimiento de la rosa. Esa maravillosa flor de apariencia tan delicada y que por su propia resistencia está presente en todo el mundo. Este libro nos acerca a la botánica, a la literatura, a la filosofía y a una flor que ha encarnado el aroma del deseo, el vuelo del espíritu, una flor que ha sido compañera de lágrimas, ha sido mensaje y mensajero, contraseña de iniciados y muestra del paraíso. Y Ernesto de la Peña nos lleva de la mano en el recorrido por las páginas de La Rosa Transfigurada… En ellas nos encontramos con la rotundez de la mitología en la vida y la presencia de la Rosa.

“Adonis, -cuenta- es hijo de Esmirna quién a petición de Afrodita, sostuvo relaciones incestuosas con su padre. Esmirna engañó a su padre provocando un encuentro con él en la oscuridad. Al darse cuenta el padre del engaño, persigue a Esmirna para darle muerte. Esmirna recibe protección divina y queda convertida en un árbol de Mirra… diez meses más tarde, la corteza del árbol se parte y da luz a Adonis. La leyenda continúa y el apuesto Adonis es solicitado por la diosa Artemisa y por Afrodita. Se presume que la diosa Artemisa molesta con Adonis, lanza en contra del bello joven a un jabalí.

Adonis muere destrozado por los colmillos del feroz animal. La sangre de Adonis riega la tierra y de ella -se asegura- nacieron unas flores rojas. La Rosa Roja. Y de las lágrimas dolientes de la diosa Afrodita, nacieron las anémonas…” Sin duda el relato es trágico… ¡pero es bello! En la lectura de éste libro también encontramos la definición de la Rosa: “La Rosa es una flor contradictoria… es más bien una contradicción pura. Delicada hasta la extinción, pero resistente hasta el heroísmo.