/ sábado 2 de noviembre de 2019

La huella de Hidalgo en El Palacio Postal

El 17 de febrero de 1907, se llevó a cabo su inauguración.

Es hasta la fecha uno de los edificios más elegante e imponentes de la ciudad de México.

La inauguración corrió a cargo del presidente Porfirio Díaz.

Se dijo que esta construcción colocaba a México a la altura de las mejores casas de correos en el mundo. El Palacio Postal.

Un edificio elegante que contó con todos los adelantos de modernidad y equilibrio. Un edificio de gran jerarquía.

Porfirio Díaz mandó erigir este edificio para conmemorar el centenario de la independencia.

Quién realizó el diseño fue el arquitecto italiano, Adamo Boari y su constructor fue Gonzalo Garita.

La construcción fue compleja, ya que por el suelo fangoso fue necesario utilizar técnicas novedosas para su tiempo.

Las fachadas se destacan de igual manera porque están construidas elegantemente con cantera dorada de Hidalgo.

La modernidad hizo obligado a que esta construcción contase con elevador y teléfono.

El Palacio Postal está situado en la esquina que forman las calles de Tacuba y el hoy conocido Eje Central, frente a él se encuentra El Palacio de las Bellas Artes y la alameda central.

Tiene 30 Mts. de altura y cuenta con cuatro niveles. Hoy su majestuosidad persiste.

Sus cuatro fachadas, aunque son diferentes, mantienen la simetría y gran equilibrio formando una armonía en todo su conjunto.

El palacio está ornamentado con motivos alegóricos de seres fantásticos como dragones y escuderías.

Su amplitud visual genera la admiración de los usuarios y paseantes.

La fachada poniente es la principal y destaca en ella el antiguo escudo nacional.

Liebres pétreas y las demás figuras como; serpientes, jaguares, vegetales, manzanas, racimos de uvas y hojas de parra, además de hojas de nopal y galgos le dan vida y conceptualizan la simbología del servicio postal.

El elemento que más destaca es sin duda la entrada achatada, con una bella y sólida marquesina de hierro fundido terminada en bronce.

Su nivel superior está coronado con un monumental reloj. Al interior está la maquinaria que marca segundo a segundo la hora. Esta maquinaria fue construida en Alemania.

En la parte interior, se observa el esplendor de este edificio. Recorrerlo es una experiencia única. Incluso en su interior todo está en calma y parece que el tiempo se detiene.

Eficiencia y belleza permiten que los usuarios lleven a cabo su tarea con el diseño y espacios confortables.

Es el Palacio Postal que al frente tiene la huella de Hidalgo en sus paredes.

Usted debe vivir la gran experiencia de visitarlo.

El 17 de febrero de 1907, se llevó a cabo su inauguración.

Es hasta la fecha uno de los edificios más elegante e imponentes de la ciudad de México.

La inauguración corrió a cargo del presidente Porfirio Díaz.

Se dijo que esta construcción colocaba a México a la altura de las mejores casas de correos en el mundo. El Palacio Postal.

Un edificio elegante que contó con todos los adelantos de modernidad y equilibrio. Un edificio de gran jerarquía.

Porfirio Díaz mandó erigir este edificio para conmemorar el centenario de la independencia.

Quién realizó el diseño fue el arquitecto italiano, Adamo Boari y su constructor fue Gonzalo Garita.

La construcción fue compleja, ya que por el suelo fangoso fue necesario utilizar técnicas novedosas para su tiempo.

Las fachadas se destacan de igual manera porque están construidas elegantemente con cantera dorada de Hidalgo.

La modernidad hizo obligado a que esta construcción contase con elevador y teléfono.

El Palacio Postal está situado en la esquina que forman las calles de Tacuba y el hoy conocido Eje Central, frente a él se encuentra El Palacio de las Bellas Artes y la alameda central.

Tiene 30 Mts. de altura y cuenta con cuatro niveles. Hoy su majestuosidad persiste.

Sus cuatro fachadas, aunque son diferentes, mantienen la simetría y gran equilibrio formando una armonía en todo su conjunto.

El palacio está ornamentado con motivos alegóricos de seres fantásticos como dragones y escuderías.

Su amplitud visual genera la admiración de los usuarios y paseantes.

La fachada poniente es la principal y destaca en ella el antiguo escudo nacional.

Liebres pétreas y las demás figuras como; serpientes, jaguares, vegetales, manzanas, racimos de uvas y hojas de parra, además de hojas de nopal y galgos le dan vida y conceptualizan la simbología del servicio postal.

El elemento que más destaca es sin duda la entrada achatada, con una bella y sólida marquesina de hierro fundido terminada en bronce.

Su nivel superior está coronado con un monumental reloj. Al interior está la maquinaria que marca segundo a segundo la hora. Esta maquinaria fue construida en Alemania.

En la parte interior, se observa el esplendor de este edificio. Recorrerlo es una experiencia única. Incluso en su interior todo está en calma y parece que el tiempo se detiene.

Eficiencia y belleza permiten que los usuarios lleven a cabo su tarea con el diseño y espacios confortables.

Es el Palacio Postal que al frente tiene la huella de Hidalgo en sus paredes.

Usted debe vivir la gran experiencia de visitarlo.