/ jueves 17 de junio de 2021

La clase más virtuosa

“Es evidente que el régimen de tipo medio es el mejor, pues es el único libre de sediciones. Donde la clase media es numerosa es donde menos se producen sediciones y discordias entre los ciudadanos…” Aristóteles.

En el mundo actual es fácil distinguir a los amos y señores, por ejemplo, los dueños de enormes transnacionales, la élite política, artistas o deportistas que alcanzan un éxito global y en el otro extremo, obreros y empleados con salarios mínimos, campesinos sin recursos, desempleados, sin embargo, en medio de estas dos clases sociales se encuentra un abanico de grises.

El pensamiento de que la virtud es el justo medio ha permeado en nuestros días, hay un consenso entre la denominada academia y el gobierno de que entre más personas se encuentren en esta clase es sinónimo de progreso.

¿Cómo describir a la clase media? imaginemos a un agricultor con muchas tierras que lleva una vida tranquila en un área rural o un profesionista en una ajetreada ciudad, ambos pueden ser clase media pero no es fácil determinar cómo clasificarlo ya que el nivel de ingreso no es el único criterio, el nivel educativo y los gastos también lo son.

El INEGI realizó un extenso estudio llamado “Cuantificando la clase media en México: un Ejercicio exploratorio”, dicho estudio admite la dificultad de definir a dicha clase, pero menciona lo siguiente: “Si del conjunto de hogares que en el estudio quedaron clasificados como de clase media se seleccionará uno al azar, lo más probable es que ese hogar cuente al menos con computadora, gaste alrededor de 4,400 pesos al trimestre en consumir alimentos y bebidas fuera del hogar, haya quien tenga tarjeta de crédito así como un integrante inserto en el mercado laboral formal; lo encabece alguien que cuente al menos educación media superior y que su estado civil sea casado, conformando un hogar nuclear de cuatro personas”.

Otro punto destacable es que la educación pública sigue siendo fundamental para los hogares de clase media en México y que los créditos de interés social y/o los recursos familiares, más que el crédito comercial bancario, sean decisivos para el acceso a la propiedad de la vivienda.

DATOS: Los resultados obtenidos al término de la primera década del siglo XXI muestran que en 42.4% de los hogares en donde vive 39.2% de la población total del país son de clase media. Por su parte 2.5% de los hogares son de clase alta viviendo en ellos 1.7% de la población del país, mientras que en el otro lado del espectro social se tiene al 55.1% de los hogares donde desarrolla su vida 59.1% de la población mexicana. Son 44 millones de personas las que constituyen la clase media en el país, tres cuartas partes, se ubican en el ámbito urbano.

El estudio contempla un ordenamiento por nivel de vida al fundamentarse sobre todo la estratificación en variables de gasto per cápita en los hogares: por ejemplo la clase baja se sub dividió en 3 estratos, mientras la media en cuatro y la alta sólo en uno, por lo que la diversidad de ingresos y calidad de vida entre los estratos de clase media son muy variables, en el estrato más alto de la clase media se ubica sólo el 5.7 % de la población la cual podría considerarse la clase media-alta.

La pandemia incrementó la pobreza, a muchos de nosotros la realidad nos golpeó en la cara, en cualquier momento podemos caer en pobreza, y esto es sencillo de explicar, la clase alta del país que son menos del 2% y la clase media alta menos de 6%, son los únicos capaces de gozar de seguridad y estabilidad financiera.

Los esfuerzos del gobierno se deben centrar en sacar de la pobreza a millones de mexicanos y en PROTEGER A LA CLASE MEDIA, pues son los dueños de PYMES, obreros calificados, técnicos, profesionistas etc. quienes pagan impuestos, quienes tienen la capacidad de detonar el desarrollo, quienes han demostrado su valores al apoyar al más necesitado pues conviven a diario con la pobres y enfrentan junto con ellos todos los retos; mientras que los amos y señores se encuentran ensimismados en una burbuja.

“Es evidente que el régimen de tipo medio es el mejor, pues es el único libre de sediciones. Donde la clase media es numerosa es donde menos se producen sediciones y discordias entre los ciudadanos…” Aristóteles.

En el mundo actual es fácil distinguir a los amos y señores, por ejemplo, los dueños de enormes transnacionales, la élite política, artistas o deportistas que alcanzan un éxito global y en el otro extremo, obreros y empleados con salarios mínimos, campesinos sin recursos, desempleados, sin embargo, en medio de estas dos clases sociales se encuentra un abanico de grises.

El pensamiento de que la virtud es el justo medio ha permeado en nuestros días, hay un consenso entre la denominada academia y el gobierno de que entre más personas se encuentren en esta clase es sinónimo de progreso.

¿Cómo describir a la clase media? imaginemos a un agricultor con muchas tierras que lleva una vida tranquila en un área rural o un profesionista en una ajetreada ciudad, ambos pueden ser clase media pero no es fácil determinar cómo clasificarlo ya que el nivel de ingreso no es el único criterio, el nivel educativo y los gastos también lo son.

El INEGI realizó un extenso estudio llamado “Cuantificando la clase media en México: un Ejercicio exploratorio”, dicho estudio admite la dificultad de definir a dicha clase, pero menciona lo siguiente: “Si del conjunto de hogares que en el estudio quedaron clasificados como de clase media se seleccionará uno al azar, lo más probable es que ese hogar cuente al menos con computadora, gaste alrededor de 4,400 pesos al trimestre en consumir alimentos y bebidas fuera del hogar, haya quien tenga tarjeta de crédito así como un integrante inserto en el mercado laboral formal; lo encabece alguien que cuente al menos educación media superior y que su estado civil sea casado, conformando un hogar nuclear de cuatro personas”.

Otro punto destacable es que la educación pública sigue siendo fundamental para los hogares de clase media en México y que los créditos de interés social y/o los recursos familiares, más que el crédito comercial bancario, sean decisivos para el acceso a la propiedad de la vivienda.

DATOS: Los resultados obtenidos al término de la primera década del siglo XXI muestran que en 42.4% de los hogares en donde vive 39.2% de la población total del país son de clase media. Por su parte 2.5% de los hogares son de clase alta viviendo en ellos 1.7% de la población del país, mientras que en el otro lado del espectro social se tiene al 55.1% de los hogares donde desarrolla su vida 59.1% de la población mexicana. Son 44 millones de personas las que constituyen la clase media en el país, tres cuartas partes, se ubican en el ámbito urbano.

El estudio contempla un ordenamiento por nivel de vida al fundamentarse sobre todo la estratificación en variables de gasto per cápita en los hogares: por ejemplo la clase baja se sub dividió en 3 estratos, mientras la media en cuatro y la alta sólo en uno, por lo que la diversidad de ingresos y calidad de vida entre los estratos de clase media son muy variables, en el estrato más alto de la clase media se ubica sólo el 5.7 % de la población la cual podría considerarse la clase media-alta.

La pandemia incrementó la pobreza, a muchos de nosotros la realidad nos golpeó en la cara, en cualquier momento podemos caer en pobreza, y esto es sencillo de explicar, la clase alta del país que son menos del 2% y la clase media alta menos de 6%, son los únicos capaces de gozar de seguridad y estabilidad financiera.

Los esfuerzos del gobierno se deben centrar en sacar de la pobreza a millones de mexicanos y en PROTEGER A LA CLASE MEDIA, pues son los dueños de PYMES, obreros calificados, técnicos, profesionistas etc. quienes pagan impuestos, quienes tienen la capacidad de detonar el desarrollo, quienes han demostrado su valores al apoyar al más necesitado pues conviven a diario con la pobres y enfrentan junto con ellos todos los retos; mientras que los amos y señores se encuentran ensimismados en una burbuja.