El pasado 4 de mayo se anunció por parte del Ejecutivo Federal una serie de acciones para aliviar los efectos de la inflación en México, este indicador económico ha tenido un alza considerable, el mayor en más de 20 años, y que ya en la primera quincena de abril se elevó a 7.7 por ciento acumulado anual.
El gobierno federal, en dialogo con empresas y organismos empresariales integraron el llamado Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC). Este plan tiene varias acciones que están agrupadas en 16 medidas divididas en producción, distribución, comercio exterior y otras, y está pensado para cumplir tres propósitos: mayor oferta, menor costo y menor tiempo de distribución, con los que se busca, mediante control a la inflación, apoyar de manera decidida a las familias mexicanas más vulnerables para que no pierdan su poder adquisitivo.
Algo a destacar en este plan es que si bien es iniciativa gubernamental, al ser una medida económica, es necesario involucrar a la iniciativa privada y esto se dio con diálogo con las empresas para que participaran de acuerdo con sus posibilidades y de manera voluntaria que permite a las empresas, sumarse sin imposiciones de acuerdo con su esquema de reestructuración y recuperación post pandemia.
Estos elementos hacen que sea novedoso y que no sea considerado solamente como un plan de control de precios.
El control de precios sobre aspectos de consumo, históricamente demostrado, no tiene buenos resultados a largo plazo, ya que distorsionan el mercado, son las fuerzas económicas de oferta y demanda, las que tienden a dictar los precios, en esta parte es adecuado que el plan sea planteado en un escenario de corto y mediano plazo.
Todas las medidas son por sí mismas buenas, pero insuficientes, en grupo y ejecutadas por todos los involucrados, deben integrar un gran paquete para ajustar a la baja los precios de manera rápida, y quizás ver el impacto en la inflación en los próximos meses, sin embargo, es necesario considerar que estos estímulos no necesariamente se verán aplicados en todos los sectores.
Los estímulos a la producción de granos, así como al impulso a los fertilizantes es una medida muy importante, que va en el sentido no solo de control de inflación sino del abasto alimenticio. Esta medida debería y ampliarse a otro tipo de productos agrícolas.
El Gobierno de México, integrando a todos los sectores de la iniciativa privada, y de la producción, debe establecer medidas permanentes de estímulo a la producción y distribución de bienes y servicios, este es el camino para no solo frenar la inflación sino para un crecimiento sostenido de la economía, con todos los beneficios que esto conlleva.
* Expresidente de la Coparmex Hidalgo
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