/ domingo 21 de marzo de 2021

El más destacado ingeniero hidalguense

Manuel González Flores nació en Tecajete, Hidalgo en 1908. Cursó los primeros años de primaria en la ciudad de Pachuca y los últimos cuatro fueron en el Colegio Francés de la Perpetua en la Ciudad de México, donde estudió la secundaria y la preparatoria. Hizo sus estudios profesionales en la Universidad de México. Después estudió Mecánica de Suelos en la Universidad de Harvard. A su regreso fue colaborador de su antiguo maestro el notable Ingeniero José Cuevas, en la construcción del edificio de la Lotería Nacional.

Creó el método “Leer por imágenes” de autoalfabetismo. Que desde 1978 se aplica en países del llamado Tercer Mundo. Ha registrado más de treinta inventos que prácticamente constituyen la única tecnología de alto nivel que México exporta, inclusive a países del Primer Mundo”.

Obtuvo el título de ingeniero civil en la Escuela Nacional de Ingeniería de la Universidad de México, donde estudió en los años de 1927 a 1931; su examen profesional lo sustentó el 21 de noviembre de 1935.

Contrajo matrimonio en el año de 1940 con Doña Herlinda Salas de González y ambos adoptaron a cuatro sobrinos, cuyos padres habían fallecido.

Entre los antecedentes personales más importantes del Ing. González Flores, puede mencionarse su espíritu deportivo, que lo impulsó a ser corredor de pista, y más tarde montañista.

En 1945, ideó y desarrolló el sistema de “Descimbrar Cimbrando”, con el que se construyeron entonces más de 20 edificios. Comprobó así que el sistema es de una gran rapidez en su ejecución, con la ventaja adicional de demostrar que es una solución limpia, que economiza un fuerte porcentaje de madera y material de cimbra. Este sistema fue patentado en varios países extranjeros y ha sido usado aún en lugares tan remotos como Egipto, lo que dio al Ing. Manuel González Flores gran prestigio, al igual que a la ingeniería mexicana.

Como consultor en problemas de cimentación participó en la construcción de más de 800 edificios en la República Mexicana. Fungió como director técnico de la construcción de la Nueva Basílica de Santa María de Guadalupe al lado del Arq. Pedro Ramírez Vázquez.

Le fue otorgado el “Premio Nacional de Ingeniería” en el año de 1966, que le fue entregado de manos del entonces Presidente de la República

Desde 1947, se dedicó a estudiar y resolver problemas de cimentación, especialmente en inmuebles de la Ciudad de México; habiendo propuesto a los técnicos mexicanos, el sistema de Pilotes de Control como notable solución a los graves movimientos diferenciales que se presentan en los edificios pesados; por medio de este procedimiento ideado por el Ing. Manuel González Flores, ha sido posible desde 1950, cimentar y recimentar más de 600 edificios, bajándolos, subiéndolos o enderezándolos. Fue uno de los técnicos más prestigiados del mundo. Murió el 20 de marzo de 1986. Este gran hidalguense es orgullo y ejemplo de los arquitectos e ingenieros de nuestro Estado.

Manuel González Flores nació en Tecajete, Hidalgo en 1908. Cursó los primeros años de primaria en la ciudad de Pachuca y los últimos cuatro fueron en el Colegio Francés de la Perpetua en la Ciudad de México, donde estudió la secundaria y la preparatoria. Hizo sus estudios profesionales en la Universidad de México. Después estudió Mecánica de Suelos en la Universidad de Harvard. A su regreso fue colaborador de su antiguo maestro el notable Ingeniero José Cuevas, en la construcción del edificio de la Lotería Nacional.

Creó el método “Leer por imágenes” de autoalfabetismo. Que desde 1978 se aplica en países del llamado Tercer Mundo. Ha registrado más de treinta inventos que prácticamente constituyen la única tecnología de alto nivel que México exporta, inclusive a países del Primer Mundo”.

Obtuvo el título de ingeniero civil en la Escuela Nacional de Ingeniería de la Universidad de México, donde estudió en los años de 1927 a 1931; su examen profesional lo sustentó el 21 de noviembre de 1935.

Contrajo matrimonio en el año de 1940 con Doña Herlinda Salas de González y ambos adoptaron a cuatro sobrinos, cuyos padres habían fallecido.

Entre los antecedentes personales más importantes del Ing. González Flores, puede mencionarse su espíritu deportivo, que lo impulsó a ser corredor de pista, y más tarde montañista.

En 1945, ideó y desarrolló el sistema de “Descimbrar Cimbrando”, con el que se construyeron entonces más de 20 edificios. Comprobó así que el sistema es de una gran rapidez en su ejecución, con la ventaja adicional de demostrar que es una solución limpia, que economiza un fuerte porcentaje de madera y material de cimbra. Este sistema fue patentado en varios países extranjeros y ha sido usado aún en lugares tan remotos como Egipto, lo que dio al Ing. Manuel González Flores gran prestigio, al igual que a la ingeniería mexicana.

Como consultor en problemas de cimentación participó en la construcción de más de 800 edificios en la República Mexicana. Fungió como director técnico de la construcción de la Nueva Basílica de Santa María de Guadalupe al lado del Arq. Pedro Ramírez Vázquez.

Le fue otorgado el “Premio Nacional de Ingeniería” en el año de 1966, que le fue entregado de manos del entonces Presidente de la República

Desde 1947, se dedicó a estudiar y resolver problemas de cimentación, especialmente en inmuebles de la Ciudad de México; habiendo propuesto a los técnicos mexicanos, el sistema de Pilotes de Control como notable solución a los graves movimientos diferenciales que se presentan en los edificios pesados; por medio de este procedimiento ideado por el Ing. Manuel González Flores, ha sido posible desde 1950, cimentar y recimentar más de 600 edificios, bajándolos, subiéndolos o enderezándolos. Fue uno de los técnicos más prestigiados del mundo. Murió el 20 de marzo de 1986. Este gran hidalguense es orgullo y ejemplo de los arquitectos e ingenieros de nuestro Estado.