/ jueves 20 de mayo de 2021

El camino hacia las urnas

El próximo domingo 6 de junio las y los hidalguenses saldremos a las urnas a depositar nuestro voto para elegir a nuestros próximos legisladores locales y federales.

Quienes sean electos como los próximos diputados al Congreso del Estado y al Congreso de la Unión habrán de representar naturalmente los intereses de los distritos por los cuales fueron nominados y sin duda alguna habrán de abanderar las plataformas políticas que les permitieron triunfar en las urnas.

Diariamente podemos constatar cómo mujeres y hombres recorren todo Hidalgo en busca de la confianza ciudadana que les coloque durante los próximos 3 años en la palestra legislativa local y nacional.

Hoy por hoy asumimos que el México democrático que hemos construido entre todas y todos deberá defenderse y continuar su fortalecimiento de cara a los años venideros. Nuestro país y sus instituciones son elemento central en la vida política y económica de estos días, por lo tanto cualquier afrenta o puesta en riesgo de sus operaciones y correcto funcionamiento supone un serio problema estructural para la nación en materia de gobernanza.

Es muy importante por lo pronto que exista un ejercicio de retrospectiva personal y socialmente responsable que posibilite dimensionar la trascendencia de lo que se votará en la próxima jornada comicial. Así, el control legislativo de las Cámaras, el manejo presupuestario, las votaciones a leyes y demás elementos de control político cobrarán una relevancia mayúscula frente al rumbo de país que invariablemente se tendrá.

Anticipo que México en esta elección de 2021 experimentará una auténtica reconfiguración institucionalizada tendiente a fijar las nuevas reglas del juego político hacia la sucesión presidencial de 2024. Cada espacio de representación por la mayoría relativa que se alcance irá aparejado de una obligada rendición de cuentas y transparencia de cara a su electorado.

Abrirse de cara a la ciudadanía supone un verdadero reto para las representaciones legislativas que buscarán instaurar agendas de partidos y metodologías de administración pública. Por lo tanto, es impostergable que en los actuales tiempos de país y de la entidad surjan buenas prácticas parlamentarias en este sentido.

El primer domingo de junio será ocasión natural para refrendar la fortaleza de la democracia y más allá de intereses y resultados de ligará un paso inmediato hacia la continuación el diario curso de la gestión pública y de gobierno.

Acudamos en libertad y con la libre tranquilidad de que cada voto ejercido será un elemento de legitimidad para nuestros próximos legisladores podremos tan pronto venga la protesta de ley al inicio de las legislaturas entrantes requerirles resultados sin regateos ni restricciones. Que así sea, en bien de México y en bien de Hidalgo.

El próximo domingo 6 de junio las y los hidalguenses saldremos a las urnas a depositar nuestro voto para elegir a nuestros próximos legisladores locales y federales.

Quienes sean electos como los próximos diputados al Congreso del Estado y al Congreso de la Unión habrán de representar naturalmente los intereses de los distritos por los cuales fueron nominados y sin duda alguna habrán de abanderar las plataformas políticas que les permitieron triunfar en las urnas.

Diariamente podemos constatar cómo mujeres y hombres recorren todo Hidalgo en busca de la confianza ciudadana que les coloque durante los próximos 3 años en la palestra legislativa local y nacional.

Hoy por hoy asumimos que el México democrático que hemos construido entre todas y todos deberá defenderse y continuar su fortalecimiento de cara a los años venideros. Nuestro país y sus instituciones son elemento central en la vida política y económica de estos días, por lo tanto cualquier afrenta o puesta en riesgo de sus operaciones y correcto funcionamiento supone un serio problema estructural para la nación en materia de gobernanza.

Es muy importante por lo pronto que exista un ejercicio de retrospectiva personal y socialmente responsable que posibilite dimensionar la trascendencia de lo que se votará en la próxima jornada comicial. Así, el control legislativo de las Cámaras, el manejo presupuestario, las votaciones a leyes y demás elementos de control político cobrarán una relevancia mayúscula frente al rumbo de país que invariablemente se tendrá.

Anticipo que México en esta elección de 2021 experimentará una auténtica reconfiguración institucionalizada tendiente a fijar las nuevas reglas del juego político hacia la sucesión presidencial de 2024. Cada espacio de representación por la mayoría relativa que se alcance irá aparejado de una obligada rendición de cuentas y transparencia de cara a su electorado.

Abrirse de cara a la ciudadanía supone un verdadero reto para las representaciones legislativas que buscarán instaurar agendas de partidos y metodologías de administración pública. Por lo tanto, es impostergable que en los actuales tiempos de país y de la entidad surjan buenas prácticas parlamentarias en este sentido.

El primer domingo de junio será ocasión natural para refrendar la fortaleza de la democracia y más allá de intereses y resultados de ligará un paso inmediato hacia la continuación el diario curso de la gestión pública y de gobierno.

Acudamos en libertad y con la libre tranquilidad de que cada voto ejercido será un elemento de legitimidad para nuestros próximos legisladores podremos tan pronto venga la protesta de ley al inicio de las legislaturas entrantes requerirles resultados sin regateos ni restricciones. Que así sea, en bien de México y en bien de Hidalgo.