CON CARO HABLANDO CLARO
La tarea de gobernar no es un ejercicio de una sola persona. Por el contrario, el equipo que acompaña al titular del ejecutivo debe ser corresponsable en la implementación de las soluciones a los problemas que aquejan al país.
Es claro que el presidente no tiene operadores que acompañen de manera solidaria y comprometida su proyecto, quienes debieran estar enfocados en dar soluciones, se mantienen al margen para no desgastarse, pensando por adelantado en la sucesión.
Esta semana, eventos que pudieron evitarse con el ejercicio de la política, han demostrado la ausencia de oficio y de compromiso, un camión de la policía de Michoacán supuestamente atropelló a normalistas, sin que las autoridades federales sean capaces de dar la cara, en Chihuahua, el conflicto de la presa Boquilla ha escalado a niveles en los que una mujer perdió la vida, de igual manera vimos cómo en un hecho sin precedentes, diversos gobernadores de oposición abandonaron la Conferencia Nacional de Gobernadores, espacio donde históricamente se han tomado acuerdos y se ha privilegiado el dialogo y la política como elementos indispensables de la democracia. También observamos que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, órgano que lejos de defender al pueblo lo abandona, fue tomado sin que nadie hiciera algo por atender esta situación.
Mientras Morena está más concentrado en resolver quien lo dirige, en medio de cuestionamientos internos y vendiendo cachitos de lotería que más parece una coperacha que una rifa, en lugar de contener los problemas que de no ser atendidos generan ingobernabilidad, incertidumbre y pobres condiciones políticas y económicas para ayudar a las familias.