/ domingo 22 de septiembre de 2019

Dos hechos históricos en septiembre

El 4 de Septiembre de 1833 muere en la Ciudad de México el ilustre Anastasio María de Ochoa y Acuña, quien en el siglo XVIII y principios del XIX fue un poeta crítico y satírico cuyos versos mordaces fueron publicados inclusive en Nueva York.

Decían los críticos en la primera mitad del siglo XIX que la depuración técnica del estilo De Ochoa y Acuña le permitió apresar la vida de su tiempo con mayor destreza que sus contemporáneos y que prefirió en vez de hacer poemas bucólicos, captar todo aquello que en su tiempo por novedoso e inexpresado (sic) era más fugaz, la vida en la ciudad de México. Dice Mauricio Molina, acerca de esa época que, Ochoa encarna la nueva sensibilidad que proponía la incipiente aparición de diarios impresos que habría que desembocar en la rápida proliferación de imprentas en todo el país. En 1928 se publica en la casa Lanuza, Medina & Company, imprenta de Nueva York “Poesías de un Mexicano” en dos volúmenes, la producción completa de Anastasio María de Ochoa y Acuña así como algunas selecciones de sus traducciones.

Ochoa se ordenó de Sacerdote en 1816, habiendo nacido en Huichapan hoy Edo. de Hgo., de padres españoles fue después de ordenado, Párroco de La Divina Pastora y de la Parroquia del Espíritu Santo en Querétaro. Esto de 1816 a 1828 en que marchó a Cd. de México. Murió en 1833 a los 50 años de su edad.

Pedro Enríquez Ureña dijo de él que: “Ochoa fue fecundísimo, escribió y tradujo muchas obras de las cuales se perdió la mayor parte, aunque habían quedado en poder de Don Antonio Rodríguez Galván.”

Quedo a deber un artículo en que reproduzca algunos versos de Ochoa y Acuña. Hoy baste que recordemos su fallecimiento.

Siguiendo con las Efemérides de Septiembre diremos que el 16 de este mes de 1888 se inauguró en la Plaza Constitución el Monumento al Cura Miguel Hidalgo, escultura realizada por los hermanos escultores Juan y Manuel Islas oriundos de Real del Monte que tienen obras notables en la Cd. de México. En este monumento, del lado oriente, hay una corona de bronce con una placa que dice, en el centenario del inicio de la independencia: “Los Franceses, Italianos y Suizos residentes en Pachuca al iniciador de la Independencia Mexicana, 16 de Septiembre de 1910.” Pachuca tuvo desde sus primeros siglos de existencia, la presencia de un sinnúmero de inmigrantes. Este fenómeno hizo que Pachuca fuera una ciudad cosmopolita ya que vivían en ésta personajes de varias nacionalidades dedicados al comercio y la industria, en forma general diremos que los españoles se dedicaban al comercio de comestibles, los libaneses y turcos a vender telas en los llamados cajones de ropa, los franceses vendía muebles y candiles, los alemanes pianos, los ingleses y los norteamericanos trabajaban en la minas, así como algunos rusos y polacos. Pachuca por lo mismo se acostumbró a ver y recibir extranjeros y no hubo discriminación alguna, al contrario.

El 4 de Septiembre de 1833 muere en la Ciudad de México el ilustre Anastasio María de Ochoa y Acuña, quien en el siglo XVIII y principios del XIX fue un poeta crítico y satírico cuyos versos mordaces fueron publicados inclusive en Nueva York.

Decían los críticos en la primera mitad del siglo XIX que la depuración técnica del estilo De Ochoa y Acuña le permitió apresar la vida de su tiempo con mayor destreza que sus contemporáneos y que prefirió en vez de hacer poemas bucólicos, captar todo aquello que en su tiempo por novedoso e inexpresado (sic) era más fugaz, la vida en la ciudad de México. Dice Mauricio Molina, acerca de esa época que, Ochoa encarna la nueva sensibilidad que proponía la incipiente aparición de diarios impresos que habría que desembocar en la rápida proliferación de imprentas en todo el país. En 1928 se publica en la casa Lanuza, Medina & Company, imprenta de Nueva York “Poesías de un Mexicano” en dos volúmenes, la producción completa de Anastasio María de Ochoa y Acuña así como algunas selecciones de sus traducciones.

Ochoa se ordenó de Sacerdote en 1816, habiendo nacido en Huichapan hoy Edo. de Hgo., de padres españoles fue después de ordenado, Párroco de La Divina Pastora y de la Parroquia del Espíritu Santo en Querétaro. Esto de 1816 a 1828 en que marchó a Cd. de México. Murió en 1833 a los 50 años de su edad.

Pedro Enríquez Ureña dijo de él que: “Ochoa fue fecundísimo, escribió y tradujo muchas obras de las cuales se perdió la mayor parte, aunque habían quedado en poder de Don Antonio Rodríguez Galván.”

Quedo a deber un artículo en que reproduzca algunos versos de Ochoa y Acuña. Hoy baste que recordemos su fallecimiento.

Siguiendo con las Efemérides de Septiembre diremos que el 16 de este mes de 1888 se inauguró en la Plaza Constitución el Monumento al Cura Miguel Hidalgo, escultura realizada por los hermanos escultores Juan y Manuel Islas oriundos de Real del Monte que tienen obras notables en la Cd. de México. En este monumento, del lado oriente, hay una corona de bronce con una placa que dice, en el centenario del inicio de la independencia: “Los Franceses, Italianos y Suizos residentes en Pachuca al iniciador de la Independencia Mexicana, 16 de Septiembre de 1910.” Pachuca tuvo desde sus primeros siglos de existencia, la presencia de un sinnúmero de inmigrantes. Este fenómeno hizo que Pachuca fuera una ciudad cosmopolita ya que vivían en ésta personajes de varias nacionalidades dedicados al comercio y la industria, en forma general diremos que los españoles se dedicaban al comercio de comestibles, los libaneses y turcos a vender telas en los llamados cajones de ropa, los franceses vendía muebles y candiles, los alemanes pianos, los ingleses y los norteamericanos trabajaban en la minas, así como algunos rusos y polacos. Pachuca por lo mismo se acostumbró a ver y recibir extranjeros y no hubo discriminación alguna, al contrario.