/ domingo 26 de enero de 2020

Dos grandes de Hidalgo nacieron en enero

Este mes de enero recordamos el nacimiento de dos hidalguenses. El gran poeta, revolucionario, constituyente, embajador y político Alfonso Cravioto Mejorada nacido el 18 de enero, del año 1884, en la ciudad de Pachuca, Hgo. Era hijo del Gral. Rafael Cravioto Moreno y en el momento de su nacimiento su padre y sus tíos los otros dos Craviotos, Francisco y Simón se turnaban para ocupar el Gobierno de Hidalgo. Se dice que a don Rafael, compadre de don Porfirio, le había dado la prebenda de ser gobernador y hombre fuerte casi tantos años como los que fungíó Porfirio Díaz en la presidencia. Hasta que intrigas y politiquería de los industriales y ricos distanció a los compadres y Díaz escogió a un oaxaqueño, Don Pedro L. Rodríguez para sustituirlo a principios de siglo XX.

La madre de don Alfonso era una maestra de Jalisco que por algún motivo llegó a Pachuca a trabajar en tal escuela, conoció al gobernador Rafael Cravioto y tuvieron amores. De estos nació Alfonso, quien tuvo cierta predilección paterna. De todos los hijos del General, (tuvo once, de cuatro mujeres) Alfonso fue el que se dedicó con mayor empeño a los asuntos culturales y literarios. De hecho, desde muy temprana edad ya era un joven estudioso y culto. En esas andanzas culturales fue su participación en la Corporación Patriótica Privada, organización señera previa a la Revolución Mexicana que en Pachuca hizo historia. Alfonso fue desde muy joven, opositor al régimen de los viejos porfiristas. Después ya sabemos la brillante participación de don Alfonso en la Revolución Mexicana y su cercanía con Madero, con Carranza e inclusive con Obregón. Nadie discutía su gran cultura y su prodigioso verbo, además de su consolidada y acreditada honradez.

Hablar de Alfonso Cravioto es siempre un reto a la capacidad de resumir porque hay tantas cosas que platicar de él, básteme decir en honor al espacio reducido de mi columna que el licenciado Alfonso Cravioto es el hombre público más brillante y honesto que hemos registrado en la aún breve historia de este querido estado de Hidalgo de apenas 101 años de instituido.

Don Ricardo Garibay, por otra parte, es un consumado artista de la literatura; fue un extraordinario escritor de novela, cuento, guiones cinematográficos, columnas periodísticas, crónicas y otros géneros literarios, todo esto con brillantez y calidad.

Don Ricardo es oriundo de Tulancingo Hidalgo, donde empezó su vida en 1924 y tiene raíces importantes en Metztitlán de donde era su madre. Desde temprana edad su padre lo llevó a vivir a la gran ciudad de México en los años treinta.

Su desarrollo profesional como escritor fue ahí en la CDMX, y de las editoriales de esta metrópoli salieron todas sus publicaciones. Como era un hombre digno y de carácter, tuvo algunas dificultades con el poder y con personajes importantes.

Don Ricardo, escritor mexicano exitoso y de gran talento es un baluarte de las letras mexicanas.

Este mes de enero recordamos el nacimiento de dos hidalguenses. El gran poeta, revolucionario, constituyente, embajador y político Alfonso Cravioto Mejorada nacido el 18 de enero, del año 1884, en la ciudad de Pachuca, Hgo. Era hijo del Gral. Rafael Cravioto Moreno y en el momento de su nacimiento su padre y sus tíos los otros dos Craviotos, Francisco y Simón se turnaban para ocupar el Gobierno de Hidalgo. Se dice que a don Rafael, compadre de don Porfirio, le había dado la prebenda de ser gobernador y hombre fuerte casi tantos años como los que fungíó Porfirio Díaz en la presidencia. Hasta que intrigas y politiquería de los industriales y ricos distanció a los compadres y Díaz escogió a un oaxaqueño, Don Pedro L. Rodríguez para sustituirlo a principios de siglo XX.

La madre de don Alfonso era una maestra de Jalisco que por algún motivo llegó a Pachuca a trabajar en tal escuela, conoció al gobernador Rafael Cravioto y tuvieron amores. De estos nació Alfonso, quien tuvo cierta predilección paterna. De todos los hijos del General, (tuvo once, de cuatro mujeres) Alfonso fue el que se dedicó con mayor empeño a los asuntos culturales y literarios. De hecho, desde muy temprana edad ya era un joven estudioso y culto. En esas andanzas culturales fue su participación en la Corporación Patriótica Privada, organización señera previa a la Revolución Mexicana que en Pachuca hizo historia. Alfonso fue desde muy joven, opositor al régimen de los viejos porfiristas. Después ya sabemos la brillante participación de don Alfonso en la Revolución Mexicana y su cercanía con Madero, con Carranza e inclusive con Obregón. Nadie discutía su gran cultura y su prodigioso verbo, además de su consolidada y acreditada honradez.

Hablar de Alfonso Cravioto es siempre un reto a la capacidad de resumir porque hay tantas cosas que platicar de él, básteme decir en honor al espacio reducido de mi columna que el licenciado Alfonso Cravioto es el hombre público más brillante y honesto que hemos registrado en la aún breve historia de este querido estado de Hidalgo de apenas 101 años de instituido.

Don Ricardo Garibay, por otra parte, es un consumado artista de la literatura; fue un extraordinario escritor de novela, cuento, guiones cinematográficos, columnas periodísticas, crónicas y otros géneros literarios, todo esto con brillantez y calidad.

Don Ricardo es oriundo de Tulancingo Hidalgo, donde empezó su vida en 1924 y tiene raíces importantes en Metztitlán de donde era su madre. Desde temprana edad su padre lo llevó a vivir a la gran ciudad de México en los años treinta.

Su desarrollo profesional como escritor fue ahí en la CDMX, y de las editoriales de esta metrópoli salieron todas sus publicaciones. Como era un hombre digno y de carácter, tuvo algunas dificultades con el poder y con personajes importantes.

Don Ricardo, escritor mexicano exitoso y de gran talento es un baluarte de las letras mexicanas.