/ sábado 31 de octubre de 2020

David Alfaro Siqueiros, uno de los grandes del muralismo mexicano

El arte debe de manifestar un alto contenido social. El 29 de diciembre de 1896 en Santa Rosalía, hoy Ciudad Camargo, Chihuahua, nació, David Alfaro Siqueiros. Fue hijo de Cipriano Alfaro y Teresa Siqueiros. Su carácter impetuoso lo llevó a que en 1914 se incorporara a la Revolución Mexicana alcanzando el grado de coronel en el Ejército Constitucionalista. En su vida como artista plástico está considerado como uno de los tres grandes del muralismo mexicano junto con José Clemente Orozco y Diego Rivera.

David Alfaro Siqueiros tomó parte en el renacimiento de la pintura al fresco efectuada bajo el patrocinio gubernamental de las decoraciones murales en edificios públicos. Muchas de sus obras perduran. Viajero incansable, Siqueiros residió en París, Barcelona y Estados Unidos. En 1921 publicó en España la revista Vida Americana, que contenía su "Manifiesto para los artistas de América", en el que exponía sus ideas sobre el muralismo. A su regreso, organizó el sindicato de pintores, escultores y grabadores revolucionarios.

El gobierno le encargó los primeros grandes murales. Activista político formó parte del Partido Comunista Mexicano y fundó el periódico El Machete. Fue encarcelado varias veces y otras exiliado a causa de su ideología Marxista-Stalinista. Por sus afanes libertarios y con experiencia en la lucha armada, participó en las revoluciones contra Victoriano Huerta y peleó del lado republicano en la Guerra Civil Española donde alcanzó el grado de coronel en las Brigadas Internacionales. Todo su activismo político se muestra en los frescos que pintó con temas de dinámica revolucionaria.

En México, participó en el atentado contra el asilado León Trotsky, Por lo que fue expulsado y se exilió en Chile, gracias a una gestión del cónsul Pablo Neruda. De regreso a México desarrolló una fecunda actividad y sus obras más destacadas son: Marcha de la Humanidad realizado en 1971, que decora las paredes del Hotel de México y Del porfirismo a la revolución, en el Museo de Historia Nacional de la ciudad de México.

En reconocimiento a la obra del discutido pintor mexicano le concedieron el Premio Nacional de Arte de México y el Premio Lenin de la Paz. David Alfaro Siqueiros, dueño de una biografía intensa y revolucionaria falleció en Cuernavaca el 6 de enero de 1974, y fue sepultado en la Rotonda de los Hombres Ilustres, y ha quedado en la memoria colectiva su sentencia; " La temática del arte debe consistir en el hombre y sus problemas"

El arte debe de manifestar un alto contenido social. El 29 de diciembre de 1896 en Santa Rosalía, hoy Ciudad Camargo, Chihuahua, nació, David Alfaro Siqueiros. Fue hijo de Cipriano Alfaro y Teresa Siqueiros. Su carácter impetuoso lo llevó a que en 1914 se incorporara a la Revolución Mexicana alcanzando el grado de coronel en el Ejército Constitucionalista. En su vida como artista plástico está considerado como uno de los tres grandes del muralismo mexicano junto con José Clemente Orozco y Diego Rivera.

David Alfaro Siqueiros tomó parte en el renacimiento de la pintura al fresco efectuada bajo el patrocinio gubernamental de las decoraciones murales en edificios públicos. Muchas de sus obras perduran. Viajero incansable, Siqueiros residió en París, Barcelona y Estados Unidos. En 1921 publicó en España la revista Vida Americana, que contenía su "Manifiesto para los artistas de América", en el que exponía sus ideas sobre el muralismo. A su regreso, organizó el sindicato de pintores, escultores y grabadores revolucionarios.

El gobierno le encargó los primeros grandes murales. Activista político formó parte del Partido Comunista Mexicano y fundó el periódico El Machete. Fue encarcelado varias veces y otras exiliado a causa de su ideología Marxista-Stalinista. Por sus afanes libertarios y con experiencia en la lucha armada, participó en las revoluciones contra Victoriano Huerta y peleó del lado republicano en la Guerra Civil Española donde alcanzó el grado de coronel en las Brigadas Internacionales. Todo su activismo político se muestra en los frescos que pintó con temas de dinámica revolucionaria.

En México, participó en el atentado contra el asilado León Trotsky, Por lo que fue expulsado y se exilió en Chile, gracias a una gestión del cónsul Pablo Neruda. De regreso a México desarrolló una fecunda actividad y sus obras más destacadas son: Marcha de la Humanidad realizado en 1971, que decora las paredes del Hotel de México y Del porfirismo a la revolución, en el Museo de Historia Nacional de la ciudad de México.

En reconocimiento a la obra del discutido pintor mexicano le concedieron el Premio Nacional de Arte de México y el Premio Lenin de la Paz. David Alfaro Siqueiros, dueño de una biografía intensa y revolucionaria falleció en Cuernavaca el 6 de enero de 1974, y fue sepultado en la Rotonda de los Hombres Ilustres, y ha quedado en la memoria colectiva su sentencia; " La temática del arte debe consistir en el hombre y sus problemas"