Ayer jueves siete de julio el estado de Hidalgo superó los 100 mil contagios de coronavirus. En los últimos días se han registrado cientos de nuevos casos, incluso en el reporte de ayer se dio a conocer que hubo 604 más.
De hecho, debido a la creciente propagación del virus las autoridades sanitarias de la entidad, junto con las educativas, decidieron que las clases volvieran a ser en línea desde hace dos días.
Asimismo, determinaron que los lugares públicos, como restaurantes, gimnasios, salones de fiesta y plazas comerciales, entre muchos otros, redujeran al 70 por ciento el aforo de clientes.
Pero debemos recordar que previo a estas medidas, las mismas autoridades explicaron una y otra vez que los contagios en estudiantes no se generaban en los salones de clases, sino fuera de las escuelas.
Por ello es que llama la atención que lo primero que cierran son planteles educativos y una vez más el alumnado debe volver a casa a tomar clases, justo cuando están por comenzar los exámenes.
Como medida preventiva es correcta e incluso puede ser oportuna, pero es muy posible -por ejemplo- que en los bares o salones de fiestas, aun cuando estén al 70 por ciento (siempre y cuando respeten la medida) existan las condiciones para que una persona enferma contagie a muchos otros.
Por ello es que algunas personas se preguntan por qué las escuelas y no los comercios. La respuesta es muy simple: economía.
Si cerraran los negocios nuevamente se estancaría el consumo y en consecuencia vendría una nueva ola de despidos laborales y cierre de establecimientos mercantiles.
Sólo que se debe tener en cuenta que la economía es tan importante como la salud mental de la población infantil y juvenil. Si no se cuida ese aspecto habrá generaciones de hidalguenses a las que les costará mucho la incorporación social y su desarrollo personal y profesional.
DENTRO DE UNA SEMANA SERÁ LA
ELECCIÓN DE DIRIGENCIA EN EL SNTE
Sólo restan siete días para que quienes forman parte de la sección XV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), emitan su voto para elegir a la nueva dirigencia de dicha organización.
Esta es la primera vez que no serán los casi 700 delegados sindicales quienes definan qué planilla será la ganadora, toda vez que las reformas que se hicieron a la Ley Federal del Trabajo (LFT) cambiaron el esquema.
Son aproximadamente 55 mil trabajadores sindicalizados los que pueden ejercer su derecho a voto y de ellos, unos 15 mil son jubilados.
¿HABRÁ FUNCIONARIOS SANCIONADOS?
Una vez que el pasado miércoles seis de julio inició formalmente el proceso de entrega-recepción del gobierno del estado, el gobernador electo, Julio Menchaca Salazar, dio a conocer el listado de nombres de las personas que forman parte de su equipo para esta etapa del proceso.
Por supuesto hubo mucho interés en ello e incluso ya se hacen análisis de todo tipo con la finalidad de descubrir o atinarle a quiénes de esas personas integrarán también el gabinete estatal.
Pero parece que hay mayor especulación respecto de qué funcionarios del actual gobierno serán los que sean sancionados por incurrir en irregularidades o mal manejo de recursos públicos.
Ya se barajan algunos nombres debido a que ambos gobernadores, el que está en funciones y el electo, advirtieron que no se protegerá a nadie.
Los nombres van y vienen en ambos casos, los que integrarán el gabinete y los posibles sancionados, pero todavía es temprano para ambas cosas y, en el caso de la segunda, recordemos que siempre que se detecta una irregularidad existe un periodo para que sea subsanada y de ser así, no puede haber sanción.
