La pandemia por el coronavirus sigue en ascenso en el estado de Hidalgo y vemos que la situación se agravó en junio respecto a mayo, pero en julio fue peor.
Algunos municipios como Pachuca y Tulancingo advierten a sus habitantes, con cierta timidez, que quien no use cubrebocas será sancionado.
Ahora las más obligadas a cumplir con las sanciones son las autoridades municipales. De lo contrario, nadie las tomará en serio o las cuestionarán tanto como al subsecretario de Salud federal, Hugo López-Gatell, a quien nueve gobernadores le piden que renuncie.
Este funcionario ha sido seriamente criticado e incluso acusado de presentar cifras falsas respecto a los casos de enfermos y de muertes, entre otras, pero sobre todo, porque prácticamente desde el inicio de la pandemia ha dicho muchas veces que México está aplanando la curva, cuando la línea sigue apuntando al cielo.
ECONOMÍA A PIQUE
Y mientras eso sucede, la economía se viene a pique. La semana pasada se informó que el Producto Interno Bruto (PIB) nacional registró una caída de 18.9 por ciento anual en el segundo trimestre del año en curso.
Esta contracción es mucho más grave que la crisis que vivimos en 1995, cuando miles de mexicanos perdieron los automóviles y las casas que compraron a crédito porque ya no pudieron pagarlas.
Otro ejemplo de lo mal que andan las cosas son las pérdidas por 606 mil millones de pesos en Petróleos Mexicanos (Pemex), en el primer semestre del 2020.
Para que tengamos una idea de la magnitud de ese monto de dinero, diremos que las pérdidas de Pemex en seis meses, equivalen al presupuesto para el estado de Hidalgo durante 12 años, si se mantuviera igual al aprobado por el Congreso local para este 2020, el cual es de 50 mil 242 millones 794 mil pesos.
Lamentablemente nuestro país se encuentra en un enorme bache del que tardaremos por lo menos este y el próximo sexenio para recuperarnos.
Y nuevamente, habrá otra generación de mexicanos que se sumen a los segmentos de la sociedad que viven en pobreza o en pobreza extrema. Además de los millones de jóvenes que no tendrán un empleo al concluir sus estudios universitarios.
Y NOS QUIEREN DISTRAER
Pero lo más desafortunado, es que todo indica que el gobierno federal busca distraernos de los asuntos relevantes.
Nos hablan de la venta del avión presidencial y muestran su interior al pueblo de México, a pesar de que ni ganando el sorteo de la Lotería tendrán acceso al aeroplano, porque no será el premio a entregar.
Nos dicen que sí habrá ceremonia para conmemorar la Independencia de México y que podría hacerse con antorchas en las manos de los pocos asistentes para que no se pierda la esperanza de que México saldrá adelante.
Si de antorchas se tratara, todos prenderíamos una, pero no es así. Para el presidente de México se trata de revivir lo que fue para millones de mexicanos durante más de una década: la esperanza.
Una esperanza que se está perdiendo en la oscuridad porque muchos de los que votaron por él, hoy se encuentran sin empleo, otros han perdido familiares y amigos por el Covid-19, y algunos más se han dado cuenta de que el combate a la corrupción está enfocado en el pasado y no en el presente. Lo hecho, hecho está y hay que castigar. Pero es fundamental evitar que se siga repitiendo.
