México y sus guasones
Al salir de la sala de cine escuchamos varios comentarios, pero dos llamaron nuestra atención.
Una mujer, menor de 50 años, comentó a dos jóvenes que iban con ella: “Ese es el resultado de una sociedad enferma con un gobierno enfermo”.
Y un adolescente hablaba con su padre: “Lo mejor de todo fue cuando usó su sangre para pintarse la sonrisa del Guasón. ¡Eso estuvo genial!”.
Por supuesto, no se trata de una película que se haya estrenado ayer, ni el personaje central es nuevo, no, nos ha acompañado por muchos años.
El Guasón o Joker surge en los cómics como uno de los villanos que representan el mal y que en consecuencia se enfrenta constantemente a los súper héroes, que encarnan al bien.
Este film nos muestra las razones por las que el personaje de Arthur Fleck se vuelve malo y asesino.
Arthur es un hombre que vive en pobreza y que se convierte en víctima de los recortes presupuestales en materia de asistencia social; que padece una enfermedad mental; que sueña con ser comediante e incluso en su trabajo se viste de payaso; pero sobre todo, que carece de aceptación social y de afecto. Incluso es rechazado por quien su madre dice que es su padre.
Todo ello genera ira en su interior y lo convierte en un asesino que disfruta quitarle la vida a quienes lo agreden. Y se convierte en ídolo de toda esa gente que siente y sufre lo mismo que él.
Y es con base en lo anterior que lanzamos la siguiente pregunta: ¿Cuántos guasones tiene México?
Deben ser cientos de miles, si no es que millones de ciudadanos y ciudadanas que en su vida sólo conocen el sufrimiento, las carencias, la frustración y la falta de oportunidades.
¿Qué sentirá un padre de familia cuando uno de sus hijos muere porque no tuvo dinero para una operación o para las medicinas? ¿Qué pasará por la mente de quienes pierden su empleo y pasan meses sin encontrar uno nuevo? ¿Cuáles son los sueños de quienes viven en casas de cartón y/o de lámina? ¿Esas buenas personas se volverán malas como consecuencia de lo que sufren? ¿Será por ello que se está incrementando el número de delitos y la gravedad de los mismos?
Es posible que estemos viviendo las consecuencias de una sociedad enferma y un gobierno enfermo, como decía la señora al salir del cine.
Ojalá que los recortes presupuestales a programas sociales que se están aplicando en este sexenio no sean el detonante para el surgimiento de muchos guasones. Esperemos que el gran número de burócratas desempleados no termine en un problema social con cientos o miles de hombres y mujeres escondidos tras al disfraz del Guasón.
Y sobre todo, hagamos votos para que los jóvenes no vean el camino de la violencia como la vía para solucionar la problemática que enfrentan al ser rechazados de las universidades públicas y al no encontrar oportunidades de desarrollo personal y profesional. Esperemos que no se alegren porque alguien usó su sangre para dibujarse una sonrisa.
Deseamos un México sin guasones.