María Luisa Pérez, obligada a mostrar habilidad política
Ya entregó Morena la Junta de Gobierno en el Congreso local. Hoy es el grupo parlamentario del PRI el que está al frente.
¿Y ahora?
Ahora hay mucho por hacer, como definir si existen las coincidencias suficientes para llevar al pleno el tema del aborto o para estructurar un diálogo entre congresistas y gobierno del estado a fin de dibujar lo que sería el presupuesto para el ejercicio 2020.
Cambió la persona y el grupo parlamentario que tiene la responsabilidad de conducir los trabajos de la Junta de Gobierno, de impulsar y privilegiar el diálogo para tejer acuerdos, pero las fuerzas políticas representadas en el Congreso son las mismas, las y los legisladores no cambian, las agendas se mantienen.
Ojalá que en el segundo año de trabajos de la legislatura se avance más, mucho más, que en los primeros 12 meses. Insistentemente se dijo que el diputado Ricardo Baptista no actuó como presidente de la Cámara, que incluso en las conferencias de prensa habló como coordinador de una bancada y no como titular del Poder Legislativo.
Hoy Baptista tendrá más libertad para actuar y hablar como coordinador de la bancada de Morena y como vocero de Gerardo Sosa, si es que lo es.
Ahora la priista María Luisa Pérez Perusquía tiene en sus manos una enorme responsabilidad. Deberá mostrar que ella sí tiene ha habilidad política de la que, se dijo, careció quien le antecedió en el encargo.
La legisladora ya fue presidenta de la Junta en la legislatura pasada y tiene experiencia. Pero es el momento de poner manos a la obra, porque tendrá que operar mucho para evitar que la mayoría numérica de Morena entrampe los temas torales.
Y ya se fueron varios funcionarios del Congreso y llegaron otros, algunos de estos están de regreso y deberán trabajar institucionalmente. No hay que perderlo de vista.
Por otra parte, en el mismo Congreso se están realizando las comparecencias de los funcionarios de gobierno para detallar el contenido del tercer informe del mandatario estatal, Omar Fayad, y como lo anticipamos, hasta ahora han despertado poco interés en la ciudadanía. Solo rescatamos un dato de lo informado por el titular de la Procuraduría General de Justicia del estado, Raúl Arroyo, porque llama la atención que de los delitos de alto impacto solo se han resuelto 28 por ciento, es decir, poco menos de una tercera parte del total.
¿Cuáles serán las razones por las que no se resuelve el otro 72 por ciento?
Recordemos que esos delitos de alto impacto son la trata de personas, secuestros, feminicidios y desaparición de personas, entre otros.
Y si no se resuelven, la ciudadanía tiene la percepción de que prevalece la impunidad. El procurador ha mostrado voluntad, pero quizá el equipo que labora en la dependencia no funcione adecuadamente.