MORENA ES SU PROPIA OPOSICIÓN
A partir de que la pluralidad llegó a las cámaras legislativas, tanto federales como locales, nos hemos acostumbrado a los debates entre integrantes de diferentes grupos parlamentarios.
En ocasiones bien estructurados y con apego a los principios y documentos básicos de los partidos políticos que los impulsaron y velando por los intereses de los ciudadanos a quienes representan.
Pero muchas veces se han convertido en discusiones sin argumentos e incluso se llenan de calificativos e insultos.
Por supuesto que esto último le resta calidad al trabajo legislativo y desacredita aún más la ya tan deteriorada imagen de nuestros legisladores y legisladoras.
Pero bueno, digamos que tener propuestas e ideas diferentes a las de los integrantes de otras bancadas es normal. Lo malo es cuando las diferencias surgen y afectan la convivencia interna de un solo grupo parlamentario.
Hoy vemos en el Senado de la República cómo es que el aún presidente de la Mesa Directiva de esa Cámara y el coordinador de la bancada de Morena, protagonizan una lucha de poder.
El motivo de este enfrentamiento, que hasta ahora solo ha logrado la división de los senadores morenistas en dos grupos, es la definición de quién de sus integrantes debe presidir la Mesa Directiva del Senado en el segundo año de la legislatura.
Todo indica que Morena es su propia oposición en el Poder Legislativo federal y local.
Discusiones como la que protagonizan Martí Batres y Ricardo Monreal, indudablemente le dicen a la ciudadanía que sus legisladores están más ocupados en mover sus piezas para ganar el control de las áreas estratégicas, que por legislar en beneficio de los votantes y de las familias mexicanas.
Ojalá que este no sea el caso de las diputadas y los diputados locales de Hidalgo, en donde también se caldearon los ánimos en el marco de la discusión y aprobación de la reforma electoral.
Y esta no fue la excepción. También vimos cómo se hicieron manifiestas las diferencias que existen entre legisladores de la bancada de Morena e incluso algunos descalificaron a su coordinador, Ricardo Baptista.
A nivel nacional parece que Morena está perdiendo rumbo. Y en Hidalgo lo que se observa es que los morenistas ya no están de acuerdo en que el Grupo Universidad, que encabeza Gerardo Sosa, sea el que tenga el mando.
Incluso, nos dicen, el hermano de Gerardo, Damián Sosa, acompaña a diputados de la bancada de Morena, surgidos del Grupo Universidad, en eventos con la ciudadanía.