/ sábado 23 de octubre de 2021

Angelina Beloff, por amor a Diego Rivera, llegó a México

La historia inicia en San Petersburgo, Rusia, el 23 de junio de 1879. Ese día en el seno de una familia liberal, nació Petrovna Belova, quién cambió su nombre por el de Angelina Beloff. Desde su infancia, Angelina mostró su inclinación en dos vertientes; la profesional que la impulsó a realizar estudios de medicina pediátrica, y su formación artística.

Angelina se matriculó en la universidad, Cursos de Estudios Superiores para Mujeres y en La Academia Imperial de Bellas Artes. Posteriormente se hizo acreedora a una beca y continuó sus estudios en París, en la academia de Henri Matisse y Anglada Camarasa. Luego llegó a Bruselas en donde conoció a Diego Rivera.

Esta unión afectiva culminó en matrimonio, en 1911. La vida familiar de la pareja no estuvo exenta de alegrías y sinsabores; amor, celos, y distanciamientos. El mundo en sí, vivía convulsionado. El matrimonio tuvo un hijo, Angelina dio a luz en París a su pequeño Diego, quien lamentablemente murió 14 meses después en 1917. La unión duró 12 años, hasta el regreso de Rivera a México, en 1921.

El artista mexicano, le informó que enviaría dinero para que después Angelina se trasladara a México, cosa que no sucedió. Once años después Angelina, logró reunir la cantidad requerida para su traslado, arribó a nuestro país y se encontró con que su amado Diego, había contraído nuevas nupcias. Devastada, Angelina no supo qué hacer. Pero su carácter y talento la sacaron a flote y continuó con su carrera.

Sus cualidades artísticas quedaron plasmadas en su obra; pintó naturalezas muertas dominaba con gran perfección la figura humana y combinó la pintura con la escultura. Realizó exposiciones en la Galería de Arte Mexicano, en el Salón de la Plástica Mexicana y en la Sala de Arte de la Secretaría de Educación Pública. Angelina dio clases de grabado, ilustró los cuentos de Hans Christian Andersen y Jack London y su arte fue reconocido de igual manera por la difusión que realizó del Teatro Guiñol.

La obra de Angelina Beloff es ampliamente conocida en México y es una artista respetada en Rusia y París. La colección más extensa y rica; acuarelas, dibujos, grabados en lámina, y en madera se encuentran en el Museo Dolores Olmedo que ha dedicado una sala a la obra de Angelina Beloff, junto a las de Frida Kahlo y Diego Rivera. Angelina Beloff murió a la edad de 90 años, en diciembre de 1969, en la Ciudad de México. Una mujer que cruzó el mundo para llegar a este país y nunca más alejarse de nuestro afectivo suelo.

La historia inicia en San Petersburgo, Rusia, el 23 de junio de 1879. Ese día en el seno de una familia liberal, nació Petrovna Belova, quién cambió su nombre por el de Angelina Beloff. Desde su infancia, Angelina mostró su inclinación en dos vertientes; la profesional que la impulsó a realizar estudios de medicina pediátrica, y su formación artística.

Angelina se matriculó en la universidad, Cursos de Estudios Superiores para Mujeres y en La Academia Imperial de Bellas Artes. Posteriormente se hizo acreedora a una beca y continuó sus estudios en París, en la academia de Henri Matisse y Anglada Camarasa. Luego llegó a Bruselas en donde conoció a Diego Rivera.

Esta unión afectiva culminó en matrimonio, en 1911. La vida familiar de la pareja no estuvo exenta de alegrías y sinsabores; amor, celos, y distanciamientos. El mundo en sí, vivía convulsionado. El matrimonio tuvo un hijo, Angelina dio a luz en París a su pequeño Diego, quien lamentablemente murió 14 meses después en 1917. La unión duró 12 años, hasta el regreso de Rivera a México, en 1921.

El artista mexicano, le informó que enviaría dinero para que después Angelina se trasladara a México, cosa que no sucedió. Once años después Angelina, logró reunir la cantidad requerida para su traslado, arribó a nuestro país y se encontró con que su amado Diego, había contraído nuevas nupcias. Devastada, Angelina no supo qué hacer. Pero su carácter y talento la sacaron a flote y continuó con su carrera.

Sus cualidades artísticas quedaron plasmadas en su obra; pintó naturalezas muertas dominaba con gran perfección la figura humana y combinó la pintura con la escultura. Realizó exposiciones en la Galería de Arte Mexicano, en el Salón de la Plástica Mexicana y en la Sala de Arte de la Secretaría de Educación Pública. Angelina dio clases de grabado, ilustró los cuentos de Hans Christian Andersen y Jack London y su arte fue reconocido de igual manera por la difusión que realizó del Teatro Guiñol.

La obra de Angelina Beloff es ampliamente conocida en México y es una artista respetada en Rusia y París. La colección más extensa y rica; acuarelas, dibujos, grabados en lámina, y en madera se encuentran en el Museo Dolores Olmedo que ha dedicado una sala a la obra de Angelina Beloff, junto a las de Frida Kahlo y Diego Rivera. Angelina Beloff murió a la edad de 90 años, en diciembre de 1969, en la Ciudad de México. Una mujer que cruzó el mundo para llegar a este país y nunca más alejarse de nuestro afectivo suelo.