/ domingo 28 de junio de 2020

Ahora dos poetas excelsos hidalguenses

En este mes de Julio próximo, vamos a recordar el nacimiento de estos dos grandes de las letras de Hidalgo. Afortunadamente en este aspecto nuestro Estado es rico, ya que contamos con muchos egregios poetas que han dalo categoría y brillo a la literatura hidalguense. Pero en este próximo mes de julio, estaremos recordando a dos especialmente. Se trata de la pachuqueña Margarita Michelena y del actopense Efrén Rebolledo. Primero las damas. Aunque cronológicamente Michelena es posterior a Rebolledo, vamos a hablar primero de ella.

Margarita Michelena nació en esta ciudad capital del estado un 21 de Julio de 1917 vivió aquí su infancia, después emigró a la CDMX a estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Se dedicó toda su vida a escribir tanto poesía como opinión política. Llegó un momento en que en México era una voz disidente autorizada y enérgica. Era una mujer bella, casó y vivió un matrimonio feliz. Uno de sus editores opinó así de ella: “Se trata sin duda de una de las más auténticas voces de nuestra hora, digna representante de cuantos, a partir de Sor Juana, han dejado en las letras latinoamericanas la huella de su pri

vilegiada sensibilidad y su inteligencia extraordinaria”. Esta ocasión voy a referirme a la finísima poesía que acreditó cuando escribió a su hija Andrea en el poema Lección de Cosas: “Nunca te diré adiós. Yo no podría/ Viéndote, dulce hazaña del rocío/ Inscrita en la belleza de las cosas/ Despedirme, en la muerte, de mi misma. /Y tu, que ya me llevas en tus ojos,/Que me protagonizas ya en tu sangre/ Y me alzas en el tallo de tus huesos,/No pienses en mi mano destruida./Búscame aquí, que nunca estaré muerta./Aquí me encontrarás, donde buscamos /Los signos, las palabras/ Que se le caen a Dios entre la hierba.” Para que decir más de la admirada Margarita, que me honró con su amistad en el siglo XX.

A Don Efrén Rebolledo (1877-1929) no lo conocí, pero he admirado su poesía y su vida llena de triunfos y su vida política en el servicio exterior de México, en varios países. En Noruega tiene familiares e hijos que no tuvo en México, hemos tenido contacto con sus descendientes escandinavos.

Su poesía es verdaderamente sutil, y aporta empezando el siglo XX poesía erótica fina, que no se usaba mucho en esos años miren que maravilla, se llama el Beso de Safo: “Más pulidos que el mármol transparente, /más blancos que los blancos vellocinos /se anudan los dos cuerpos femeninos/ en un grupo escultórico y ardiente.

Ancas de cebra, escorzos de serpiente/ combas rotundas, senos colombinos/ una lumbre los labios purpurinos/y las dos cabelleras un torrente. En el vivo combate, los pezones/que se embisten, parecen dos pitones/ trabados en eróticas pendencias, y en medio de los muslos enlazados/ dos rosas de capullos inviolados/ destilan y confunden sus esencias.” Qué poema de gran belleza erótica. Qué grandes poetas los dos.

En este mes de Julio próximo, vamos a recordar el nacimiento de estos dos grandes de las letras de Hidalgo. Afortunadamente en este aspecto nuestro Estado es rico, ya que contamos con muchos egregios poetas que han dalo categoría y brillo a la literatura hidalguense. Pero en este próximo mes de julio, estaremos recordando a dos especialmente. Se trata de la pachuqueña Margarita Michelena y del actopense Efrén Rebolledo. Primero las damas. Aunque cronológicamente Michelena es posterior a Rebolledo, vamos a hablar primero de ella.

Margarita Michelena nació en esta ciudad capital del estado un 21 de Julio de 1917 vivió aquí su infancia, después emigró a la CDMX a estudiar en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Se dedicó toda su vida a escribir tanto poesía como opinión política. Llegó un momento en que en México era una voz disidente autorizada y enérgica. Era una mujer bella, casó y vivió un matrimonio feliz. Uno de sus editores opinó así de ella: “Se trata sin duda de una de las más auténticas voces de nuestra hora, digna representante de cuantos, a partir de Sor Juana, han dejado en las letras latinoamericanas la huella de su pri

vilegiada sensibilidad y su inteligencia extraordinaria”. Esta ocasión voy a referirme a la finísima poesía que acreditó cuando escribió a su hija Andrea en el poema Lección de Cosas: “Nunca te diré adiós. Yo no podría/ Viéndote, dulce hazaña del rocío/ Inscrita en la belleza de las cosas/ Despedirme, en la muerte, de mi misma. /Y tu, que ya me llevas en tus ojos,/Que me protagonizas ya en tu sangre/ Y me alzas en el tallo de tus huesos,/No pienses en mi mano destruida./Búscame aquí, que nunca estaré muerta./Aquí me encontrarás, donde buscamos /Los signos, las palabras/ Que se le caen a Dios entre la hierba.” Para que decir más de la admirada Margarita, que me honró con su amistad en el siglo XX.

A Don Efrén Rebolledo (1877-1929) no lo conocí, pero he admirado su poesía y su vida llena de triunfos y su vida política en el servicio exterior de México, en varios países. En Noruega tiene familiares e hijos que no tuvo en México, hemos tenido contacto con sus descendientes escandinavos.

Su poesía es verdaderamente sutil, y aporta empezando el siglo XX poesía erótica fina, que no se usaba mucho en esos años miren que maravilla, se llama el Beso de Safo: “Más pulidos que el mármol transparente, /más blancos que los blancos vellocinos /se anudan los dos cuerpos femeninos/ en un grupo escultórico y ardiente.

Ancas de cebra, escorzos de serpiente/ combas rotundas, senos colombinos/ una lumbre los labios purpurinos/y las dos cabelleras un torrente. En el vivo combate, los pezones/que se embisten, parecen dos pitones/ trabados en eróticas pendencias, y en medio de los muslos enlazados/ dos rosas de capullos inviolados/ destilan y confunden sus esencias.” Qué poema de gran belleza erótica. Qué grandes poetas los dos.