/ jueves 26 de noviembre de 2020

ABUSADOS Y ABUSIVOS EN LA PANDEMIA

Quienes venden un producto esperaban que el buen fin trajera un respiro para la crisis económica derivada de la pandemia, pero ¿qué sucedió? las ventas tuvieron un aumento respecto al anterior por casi 24 mil millones de pesos y nuevamente ropa, calzado, alcohol y productos de tecnología fueron los artículos más vendidos.

Grandes empresas que cuentan con la infraestructura tecnológica pudieron dar servicio de compra en línea, así como realizar inversión en medios de comunicación para publicitarse.

Monex afirma que las ventas no beneficiaron al pequeño y mediano comercio, pues se realizaron en línea; el cierre de muchos centros comerciales continua además Profeco reportó que las Pequeñas y medianas empresas PyMES incrementaron sus ventas 15% menor al esperado.

En otras columnas hemos comprobado con datos la importancia de las PyMes, pues es el sustento de miles de familias ya que generan el 72% del empleo y el 52% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Desde antes de la pandemia, las PyMES ya enfrentaban un ecosistema difícil, pocas sobrevivían a los dos años, los trámites y impuestos parecen diseñados a asegurar su fracaso, además los apoyos gubernamentales o bancarios son ridículamente burocráticos e injustos en cuanto intereses.

Pero con la pandemia se ha generado literalmente un exterminio de ellas pues a lo anterior agregamos prácticas abusivas por parte de quienes tienen el poder económico dentro del mercado.

Voy a poner un ejemplo claro en el Estado, muchos comerciantes pagan renta ya sea en plazas o centros comerciales, los dueños siguen obligando por contrato a continuar pagando el 100% de las rentas, o bien hacen un descuento mínimo, muchos han cerrado y esto también les implica un costo a los comerciantes.

¿Acaso no hay leyes a favor del más débil? si las hay, pero repito, implica un costo la defensa jurídica y a estas alturas ya no hay dinero, por ello sólo veo dos salidas, la intervención eficaz de los tres niveles de gobierno y la presión de la sociedad civil a través de las diferentes cámaras y asociaciones de micro, pequeños y medianos empresarios.

Además al problema económico le sigue el problema de seguridad, robos a los comercios, claro, no a los grandes que estas protegidos con cámaras seguridad etc, nuevamente los abusados son las PyMES.


Si todo lo anterior continúa así, la informalidad crecerá a pasos agigantados, y usted estimado lector ya o hará visto que muchas familias están optando por abrir negocios en sus hogares.

El INEGI anunció la incorporación de 1.7 millones de personas a la Población Económicamente Activa de abril a octubre, pero el número de trabajadores en la informalidad ascendió a 29.7 millones en octubre, una proporción del 56% frente a la de 54.9% de septiembre.

Debemos como ciudadanos actuar con solidaridad, consume local, compra a tu amigo o vecino, en tus manos está la decisión de apoyar.

Quienes venden un producto esperaban que el buen fin trajera un respiro para la crisis económica derivada de la pandemia, pero ¿qué sucedió? las ventas tuvieron un aumento respecto al anterior por casi 24 mil millones de pesos y nuevamente ropa, calzado, alcohol y productos de tecnología fueron los artículos más vendidos.

Grandes empresas que cuentan con la infraestructura tecnológica pudieron dar servicio de compra en línea, así como realizar inversión en medios de comunicación para publicitarse.

Monex afirma que las ventas no beneficiaron al pequeño y mediano comercio, pues se realizaron en línea; el cierre de muchos centros comerciales continua además Profeco reportó que las Pequeñas y medianas empresas PyMES incrementaron sus ventas 15% menor al esperado.

En otras columnas hemos comprobado con datos la importancia de las PyMes, pues es el sustento de miles de familias ya que generan el 72% del empleo y el 52% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Desde antes de la pandemia, las PyMES ya enfrentaban un ecosistema difícil, pocas sobrevivían a los dos años, los trámites y impuestos parecen diseñados a asegurar su fracaso, además los apoyos gubernamentales o bancarios son ridículamente burocráticos e injustos en cuanto intereses.

Pero con la pandemia se ha generado literalmente un exterminio de ellas pues a lo anterior agregamos prácticas abusivas por parte de quienes tienen el poder económico dentro del mercado.

Voy a poner un ejemplo claro en el Estado, muchos comerciantes pagan renta ya sea en plazas o centros comerciales, los dueños siguen obligando por contrato a continuar pagando el 100% de las rentas, o bien hacen un descuento mínimo, muchos han cerrado y esto también les implica un costo a los comerciantes.

¿Acaso no hay leyes a favor del más débil? si las hay, pero repito, implica un costo la defensa jurídica y a estas alturas ya no hay dinero, por ello sólo veo dos salidas, la intervención eficaz de los tres niveles de gobierno y la presión de la sociedad civil a través de las diferentes cámaras y asociaciones de micro, pequeños y medianos empresarios.

Además al problema económico le sigue el problema de seguridad, robos a los comercios, claro, no a los grandes que estas protegidos con cámaras seguridad etc, nuevamente los abusados son las PyMES.


Si todo lo anterior continúa así, la informalidad crecerá a pasos agigantados, y usted estimado lector ya o hará visto que muchas familias están optando por abrir negocios en sus hogares.

El INEGI anunció la incorporación de 1.7 millones de personas a la Población Económicamente Activa de abril a octubre, pero el número de trabajadores en la informalidad ascendió a 29.7 millones en octubre, una proporción del 56% frente a la de 54.9% de septiembre.

Debemos como ciudadanos actuar con solidaridad, consume local, compra a tu amigo o vecino, en tus manos está la decisión de apoyar.